En días pasados, la Secretaría de Salud en México presentó el ‘Proyecto Guía de Triaje para la Asignación de Recursos de Medicina Crítica’ que, de ser aprobado por el Consejo de Salubridad General, sería una guía bioética para la toma de decisiones cuando una emergencia de salud pública genera una demanda en los recursos de medicina crítica, que no sea posible satisfacer.
El sacerdote Silvio Marinelli, director del Centro San Camilo A.C. de Guadalajara, que tiene como uno de sus objetivos contribuir a promover la sensibilidad y la solidaridad hacia los enfermos, dejó en claro que dicha guía bioética solo entraría en operación si la capacidad de responder de los cuidados críticos queda sobrepasada, y confió en que esto no sea así.
Sobre la posibilidad de que sea un grupo de personas las que decidan a quién se le deben dar los recursos de medicina crítica, y no los doctores tratantes, Marinelli no ve tan descabellada la idea, por tres razones: para evitar el conflicto de interés; para tener criterios homogéneos en todo el país y para organizar logísticamente la ayuda en diferentes hospitales; “tendrá sus inconvenientes el hecho de no conocer a las personas, pues puede ser impersonal, pero no lo siento negativo en sí mismo”, dijo.
El sacerdote explica que en situaciones de urgencia siempre se han hecho este tipo de guías y siempre se harán: “no se puede dar respuesta completa y buena a todos, por lo que deberá haber algunos criterios para decidir cómo enfrentar la situación”.
Al referirse al concepto de “vidas-por-completarse”, del que se habla en la propuesta de guía, el sacerdote indicó que éste es un principio poco conocido en el mundo latino; “en Estados Unidos lo usan mucho, pero a nivel de bioética es un criterio no muy compartido. Se usaba otro criterio que era el de calidad de vida o esperanza de vida”.
Respecto al punto de los cuidados paliativos, señaló que “no es novedad, pues ya desde 2009 está previsto por la ley; es algo que se debe hacer con todos los pacientes que se acercan a la muerte”.
Y al opinar sobre la posibilidad de que el enfermo se despida de sus pacientes, Marinelli consideró que “se trata de ser más atentos, y puede ser a través del celular, de videollamadas; no me parece una cosa imposible de realizar, de llevarse a cabo, se trata de ser más atentos a la dimensión humana, psicológica y espiritual de la persona”.
Finalmente confió en que no se dé esta situación de escasez, y “que las medidas de contención nos permitan también dar abasto a todas las necesidades de esta situación extraordinaria, no darla por sentado; tratar de evitar que se llegue a este nivel de escasez y de saturación de los servicios de medicina crítica”.
Añadió que “a pesar de las insuficiencias que pueda tener el documento guía, es necesario para poder decidir de manera jurídicamente homogénea en el territorio nacional, y también de criterios que sean jurídicamente vinculantes; nos queda tristeza y amargura de llegar a estas decisiones; un buen sistema de salud nos permitiría no llegar a estas encrucijadas siempre difíciles de enfrentar”.