El Papa ha alzado la voz esta mañana contra aquellos que se aprovechan de los más vulnerables en esta crisis generada por el coronavirus. Durante la eucaristía matutina en la capilla de Santa Marta, Francisco denunció la existencia de “usureros que se llevan lo poco que tienen” muchas familias.
“En muchos lugares se siente uno de los efectos de estas pandemias: tantas familias que tienen necesidad, ya tienen hambre. Lamentablemente frente a la ayuda, surge el grupo de los usureros”, detalló durante su monición de entrada.
Francisco alertó de esta “pandemia social” que ha brotado junto a la emergencia sanitaria: “Hay familias que tienen un jornal diario, pero ahora no pueden trabajar y tienen hijos a los que sacar adelante. Los usureros se llevan lo poco que tienen”, alertó. Esta preocupación le llevó a centrar su plegaria inicial por los empobrecidos y sus victimarios: “Recemos por estas familias, por estos niños, por su dignidad. Oremos también por los usureros, para que el Señor toque sus corazones y se conviertan”.
De débil a valiente
Durante la homilía, el Papa analizó la figura de san Pedro, su salto de la cobardía al seguimiento valiente de Jesús. Para Francisco, el primer papa de la historia pasó de “una redención sin cruz”, de ser “generoso pero muy débil” a convertirse en un hombre “valiente con la ayuda del Espíritu Santo”.
“¿Cuál fue su fuerza para seguir hasta aquí?”, se preguntó el Papa en voz alta, para responder a continuación: “La oración de Jesús. Jesús reza por Pedro para que su fe no venga a menos y pueda confirmar en la fe a los hermanos. Esto que hace Jesús con Pedro, lo hace también por nosotros”.
Jesús intercesor
“Jesús reza por nosotros delante del Padre -insistió el Obispo de Roma-. Nosotros estamos acostumbrados a rezar para que nos conceda distintas gracias, pero no solemos ver a Jesús como intercesor”.
“Debemos tener más fe y confianza en la oración de Jesús que por la nuestra”, subrayó para concluir: “Que el Señor nos enseñe a pedirle la gracia para que rece por cada uno de nosotros”.