Regalar en lugar de ser regalado. El papa Francisco le da la vuelta a la tradición para ser él quien tenga un detalle con la humanidad sufriente en medio de la pandemia del coronavirus. Hoy, san Jorge, es el santo del Pontífice –Jorge Mario Bergoglio–, un día en el que ha querido obsequiar a España con tres respiradores para enfermos de Covid-19 que ya viajan a Madrid.
El referente tradicional de este san Jorge es el mártir del siglo IV Jorge de Capadocia –hoy Turquía–. Un soldado romano que practicaría su fe en secreto y fue descubierto durante las persecuciones del emperador Diocleciano en el año 303, la llamada precisamente “Gran persecución”, cuyo primer objetivo fueron los cristianos enrolados en el ejército.
El Papa no ha enviado solo los respiradores a Madrid, también ha hecho entrega de dos a Lecce (Italia) y cinco a Suceava (Rumanía). Asimismo, el pack del santo de Bergoglio incluye equipo médico (mascarillas, gafas para sanitarios y batas de protección). Todo ello va rumbo a su destino gracias al brazo social del Papa, el cardenal limosnero apostólico, Konrad Krajewski.
Este detalle es “un abrazo del Papa en una situación difícil para todo el mundo”, ha explicado el purpurado, como recoge Vatican News, el portal informativo multilingue de la Santa Sede. El cardenal ha llevado hoy al Hospital de Lecce personalmente los dos respiradores. Mientras, la Nunciatura en España y el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, serán los encargados de elegir el destino de los respiradores.
Los de Suceava ya viajan en avión hasta la ciudad situada en la región más pobre del país y de la Unión Europea. Además, esta crisis les ha salpicado de lleno, puesto que representan 1 de cada 4 contagios en todo el país. Rumanía cuenta con 515 fallecidos y más de 10.000 infectados.