Los obispos catalanes han expresado su preocupación porque “el confinamiento que vivimos para evitar la propagación de la enfermedad tenga consecuencias en las condiciones laborales de los trabajadores, y en la vida económica, empresarial y social del país”. Por ello, “consideran que hay que preparar ya acciones y ayudas que pongan remedio a las repercusiones que acabará teniendo en las personas y las familias más vulnerables”.
Así lo han verbalizado en su primera reunión virtual en tiempos de coronavirus. La Conferencia Episcopal Tarraconense celebró una de sus tradicionales reuniones en la que los prelados han reflexionado sobre la pandemia en el mundo y, en especial, en las diez diócesis catalanas.
“Los obispos lamentan el número tan grande de víctimas mortales de esta pandemia y las llevan a la oración cada día, así como a sus familiares y a todos quienes les lloran, y esperan que pronto se puedan celebrar sufragios públicos para todos los difuntos. También oran y se duelen por los enfermos ingresados en los hospitales o los aislados en su casa. De manera muy especial, recuerdan a las personas que viven en residencias de ancianos y a sus cuidadores, y a los que han de pasar el duro confinamiento en soledad”, explican en un comunicado.
Asimismo, los prelados expresan el agradecimiento a “todo el personal sanitario que tantas atenciones, médicas y humanas, prestan a los enfermos y a sus familias, así como valoran la dedicación de los investigadores, los servidores públicos y todas las personas y empresas, voluntarios y colaboradores que con su trabajo generoso mantienen activas las infraestructuras básicas de la sociedad y las atenciones a los que más lo necesitan”.
Uno de los temas de la reunión ha sido la desescalada eclesial, es decir, han empezado a plantear cómo se deberá llevar a cabo la reanudación de las celebraciones litúrgicas en las parroquias, que hasta ahora se han seguido a través de los medios o por streaming. En este sentido, han querido agradecer a sacerdotes, diáconos, catequistas y maestros la creatividad para estar al lado de la comunidad cristiana.
Sobre los sacramentos, los obispos han explicado que “las diócesis darán orientaciones sobre cómo celebrar las primeras comuniones y confirmaciones, bautismos y matrimonios, previstos en los próximos meses, y que estarán supeditadas, lógicamente, a la superación de la actual pandemia, teniendo en cuenta las indicaciones que las autoridades vayan comunicando”.
Por otro lado, han decidido trasladar los actos para conmemorar el vigésimo quinto aniversario del Concilio Provincial Tarraconense de 1995 a los días 23 de enero y 9 de marzo de 2021, así como aplazar otros encuentros pastorales que estaban proyectados para los meses de mayo y junio.