Ante la urgencia sanitaria que vive el país por la pandemia de coronavirus Covid- 19, los obispos de México hicieron un llamado a la clase política para que deje atrás cualquier tipo de interés y enfoque sus esfuerzos en la atención de las personas que sufren por esta crisis humanitaria.
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“En nombre de los que sufren los estragos de esta pandemia, exhortamos y pedimos a todos los mexicanos, incluido el gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales, a olvidarnos de intereses personales partidistas, ideológicos, políticos y religiosos para unirnos en la preservación de la vida de todo ser humano que se encuentre en el territorio de México”.
Así lo expresaron todos los obispos del país a través de un mensaje difundido este viernes, en el que también invitaron a quienes tienen el poder de decidir sobre los grandes proyectos y obras nacionales, a considerar la oportunidad de destinar recursos para mitigar las carencias de alimentos en los hogares de las personas que han perdido su trabajo.
“Nos parece que el gobierno federal, estatal y municipal, junto con los empresarios mexicanos, tienen la oportunidad de liderar, con todos los recursos humanos y materiales, esta nación tan plural que ahora requiere y exige unidad”.
La vida por encima de todo
Los obispos también levantaron su voz en favor de la belleza de la vida y la dignidad humana. Tras señalar que el mundo ya no será el mismo después de la pandemia, aseguraron que el mayor desafío será rehacer el tejido social, resaltando los valores humanos dando primacía a la vida.
“Esta sociedad, que tendría que ofrecer a todos los ciudadanos las condiciones necesarias para vivir con dignidad, está dañada, y es necesario que todos, como miembros de ella, tomemos conciencia de esta realidad y nos hagamos responsables para que pueda cumplir con su cometido de ser un espacio de vida digna para todos sus miembros”.
Señalaron que una manera de honrar la dignidad de toda persona, es preocupándose por la suerte de los demás “porque la persona humana está más allá de cualquier institución y sobre cualquier cosa”. Expresaron su preocupación particular por los “ancianos, los enfermos, los niños, los indígenas, los migrantes, los que no tienen hogar, los encarcelados, los abandonados, los desempleados y los privados de nacer”.
Los pastores mexicanos, pidieron a todas las personas de buena voluntad trabajar por la unidad, superando las diferencias que lastiman y entristecen. “Es tiempo de orar unidos, de cuidarnos con amor y de solidarizarnos con todos, para salir adelante juntos. Nos necesitamos unos a otros”.
“Le pedimos a Santa María de Guadalupe nuestra Madre que interceda ante su Hijo Resucitado por el eterno descanso de los que han muerto, consuele a los que los lloran, dé paz a los moribundos, sea caricia maternal que conforta a los enfermos, sea compañía y fortaleza de los profesionales de la salud, dé sabiduría a nuestros gobernantes, y para todos nosotros sea presencia y ternura en cuyos brazos maternos todos encontremos seguridad y valentía para llegar a todos con esperanza y amor”.