El Gobierno ya tiene diseñado el plan de desescalada frente a la pandemia del coronavirus que comenzará a materializarse probablemente el próximo 2 de mayo, cuando se tiene previsto permitir la posibilidad de dar paseos y practicar deporte en exteriores de forma individual. Así lo expresó en la tarde del sábado el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que hizo una alusión directa a las “actividades religiosas” al referirse a la “transición hacia una nueva normalidad” que se realizará de forma coordinada, pero por etapas y asimétrica según “el territorio en el que cada uno viva”.
“¿Qué significa gradual? Que no vamos a recuperar de golpe toda la actividad y toda la movilidad social, sino que lo vamos a hacer por etapas. Tanto en lo que se refiere a la reapertura de los comercios como a la restauración; tanto en las actividades de ocio, de turismo, de cultura; tanto en las actividades religiosas como en los deportes”, expresó literalmente el también líder del Partido Socialista.
En este sentido, comentó que la recuperación de todas estas actividades “se regirá por unas mismas reglas, aunque se apliquen velocidades diferentes y en espacios distintos. Todo el proceso de desescalada se regirá por un mismo cuadro de mandos integral para el conjunto del país”.
Tras permitir la salida diaria de los niños menores de 14 años durante una hora, a partir de hoy, Sánchez ha hecho un llamamiento a la responsabilidad ante este “alivio” o “pequeña conquista” para evitar nuevos contagios. Desde ahí, el presidente lanzó una advertencia sobre el peligro de actuar fuera de la unidad que requiere vencer la pandemia al considerar que sería “error más letal porque contribuirá a alargar la crisis”. “El mayor de los errores es ahora mismo el de la división”, aseveró.
Además, presentó “la máxima de la prudencia” como eje para este plan de desescalada que asegura se está realizando desde “los criterios de los expertos”. Junto a ello hizo un llamamiento a la unidad a la hora de materializar todas las decisiones, aun consciente de que no todas las comunidades autónomas están afectadas con la misma intensidad.
Para ello, el presidente llama a la “máxima coordinación” en todos los niveles de la administración, desde la diputaciones a los ayuntamientos, para trabajar desde una política de pactos, “gobierne quien gobierne”.