La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el delegado del gobierno, José Manuel Franco, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han asistido este domingo a la misa solemne que ha tenido lugar en la catedral de la Almudena por los enfermos y fallecidos en la pandemia del coronavirus.
El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha presidido esta eucaristía que ha logrado romper por unos minutos el clima de tensión que se vive en la gestión de la pandemia entre el Ejecutivo central presidido por Pedro Sánchez y el Gobierno regional de Díaz Ayuso. De hecho, para asistir a la celebración, la presidenta solicitó por escrito intervenir al principio de la videoconferencia de Pedro Sánchez con los líderes autonómicos para poder acudir a La Almudena.
“Os doy gracias por la presencia en la aparente soledad de la catedral, pero aquí tenemos a todo Madrid, a toda la Comunidad de Madrid, de la que soy obispo”, expresó Osoro al comenzar su homilía. A continuación comentó que “para mí son todos iguales, porque los apóstoles hablaban para todos, como lo fue Jesucristo Nuestro Señor, que trajo la salvación para todos los hombres”.
El vicepresidente del Episcopado señaló que “con todo nuestro corazón, queremos dar luz en este momento en el que aparecen oscuridades”. “Jesús nos llama a tener la inteligencia del corazón para no ser necios ni torpes”, apuntó ante la clase política a la vez que hizo una llamada a seguir el ejemplo de Jesús y ser capaces de “abrir el corazón para conversar con todos, no puede poner límites absolutamente a nadie”.
“Nuestra vida a veces está cargada de muchas dificultades, de insatisfacciones, de momentos terribles como muchos de vosotros habéis vivido en vuestras familias: la pérdida de seres queridos o la pérdida del trabajo y otras tantas situaciones”, lamentó el cardenal, que quiso consolar a los fieles que le seguían a través de Telemadrid: “En el sinsentido os pido que tengáis la certeza de que el Señor está presente en nuestro camino, incluso ahora cuando podáis estar en la mayor oscuridad”.