El vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez Barriocanal, hizo ayer una petición pública de ayuda a los cristianos para que colaboren con el sostenimiento de la Iglesia ante la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
Al finalizar la eucaristía retransmitida por La 2 de Televisión Española, el máximo responsable de las cuentas de la Iglesia española, expresó que “llevamos ya seis semanas de confinamiento en la que la mayoría de los fieles no han podido acudir a la asamblea dominical, donde recibimos el Pan de la Vida y donde compartimos nuestros bienes en el momento del ofertorio”.
Consciente de que los ingresos de gran parte de los templos están a cero por el cierre y la suspensión de las celebraciones públicas, Giménez Barriocanal presentó la posibilidad de la donación telemática: “Si no has podido colaborar aún con tu parroquia, te invitamos que lo puedas hacer ahora a través del portal www.donoamiiglesia.es”.
“Este sitio nos permite a todos los fieles donar de manera puntual o periódica a cualquier de las 23.000 parroquias de nuestro país, a tu parroquia, de forma segura y sencilla”, comentó sobre esta iniciativa de ‘crowdfunding’ en marcha desde 2016, pero que ahora se busca reactivas. “Con este simple gesto podrás responder a la llamada que hace la Iglesia para tu colaboración y permitirás que tu parroquia pueda seguir haciendo el bien en favor de todos”.
Giménez Barriocanal expresaba así su preocupación por las finanzas eclesiales en una eucaristía presidida por el ex secretario general del Episcopado, Juan Antonio Martínez Camino. El obispo auxiliar de Madrid centró su homilía en denunciar cómo “los ideólogos del progreso” que intentar mostrar que “la vida debe ser indolora a toda costa”. “La ideología del progreso deja a los que sufren solos y desarmados ante su destino”, expresó Martínez Camino,
“La gente tiene que sufrir, tenemos que sufrir y no poco. ¿Pero qué hacer entones con el sufrimiento?”, se preguntó para apuntar el sufrimiento como “camino hacia la verdad felicidad”. “No somos masoquistas, no amamos el sufrimiento”, aclaró.
A partir del Evangelio de los discípulos de Emaús, pronunció una catequesis sobre los obispos mártires reflejados en la capilla de la sucesión apostólica de la sede de la Conferencia Episcopal Española. “Para sálvanos del mar oscuro es necesario que el Resucitado mismo nos saque”, subrayó.