Los obispos franceses protestan porque no puedan celebrar misas hasta el 2 de junio mientras las tiendas abrirán el 11 de mayo

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El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunciaba ayer, 28 de abril, que las celebraciones con fieles –suspendidas debido a la pandemia del Covid-19– no podrán reanudarse en Francia hasta el 2 de junio. Además, la liturgia de los funerales, tanto en iglesias como en cementerios, deben limitar el número de participantes a 20. Unas medidas no han agradado a los obispos franceses, quienes, por medio de un comunicado, han mostrado su “pesar” ante esta decisión.



“El Consejo Permanente de la Conferencia de Obispos de Francia , en nombre de todos los obispos, toma nota con pesar de esta fecha que se impone a los católicos y a todas las religiones de nuestro país”, subrayan. “Compartimos la preocupación del Gobierno de limitar la circulación de la epidemia tanto como sea posible”, aclaran, si bien les resulta “difícil ver que la práctica ordinaria de la misa promueva la propagación del virus más que muchas actividades que se reanudarán pronto”, como es la actividad comercial, que se pondrá en marcha el 11 de mayo.

Diálogo con las autoridades

Los prelados se muestran convencidos de que la dimensión espiritual y religiosa del ser humano contribuye “a la paz de los corazones, a la fortaleza en las dificultades, a la fraternidad entre las personas y a toda la vida social”. La libertad de culto, por ello, “es un componente básico de la vida democrática”. En esta circunstancia, los obispos piden al Gobierno que las autoridades les reciban en una reunión “para preparar la reanudación efectiva del culto”.

“Los católicos han respetado y respetarán las instrucciones del Gobierno”, subrayan, al mismo tiempo que alientan a las “familias afectadas por el duelo a no renunciar a los funerales religiosos, incluso si todos los miembros no pueden reunirse”. Además, animan a los fieles a ir a las iglesias a rezar individualmente, y recomiendan que las diócesis y las parroquias “continúen ofreciendo los medios necesarios para su vida de fe”.

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