Tras conocerse las distintas fases de desescalada propuestas por el Gobierno de Pedro Sánchez una vez que se han superado las semanas más difíciles de la pandemia por el coronavirus, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española se reunió este miércoles, 29 de abril, de forma telemática para acordar las medidas necesarias para la vuelta a los templos. Junto al protocolo de actuación a seguir por las diócesis, también se compartieron unas reflexiones “ante el inicio de la salida del confinamiento” a modo de nota. Vida Nueva ha tenido acceso a este texto, en el que hace un llamamiento a la fraternidad y se reclama la colaboración de los fieles para cumplir las pautas marcadas en lo que a los aspectos celebrativos y litúrgicos se refiere.
A través de siete puntos, los prelados se dirigen al “Pueblo de Dios y a toda la sociedad española” y reivindican el “plan para resucitar” que el papa Francisco ha trazado en las páginas de la revista Vida Nueva. Los obispos se alegran de la paulatina reapertura, aunque no olvidan “este tiempo de dolor y sufrimiento a causa del fallecimiento de seres queridos y de los graves problemas sanitarios, sociales, económicos y laborales”. Por ello, hacen una llamada a la “esperanza, fomentando la comunión y sintiéndonos llamados a ejercer la caridad personal, política y social”.
“Compartimos el dolor de miles de familias ante los fallecimientos causados por esta pandemia”, señalan, a la vez que muestran su deseo de celebrar los funerales de quienes “lo soliciten en cada parroquia” y en una celebración diocesana. No se olvidan del trabajo de los sanitarios y de la “la disponibilidad y el servicio de los sacerdotes, consagrados y laicos en estas semanas” a través de otras actividades esenciales. También prometen su oración para que “los investigadores” alcancen “un remedio a la pandemia”.
Ante la “crisis económica y social”, reivindican el “trabajo de Cáritas y de otras instituciones eclesiales para paliar estas consecuencias de la pandemia”. La “Doctrina Social de la Iglesia y la acción de los católicos en la reconstrucción de la vida social y económica, siguiendo el ‘plan para resucitar’ del papa Francisco”, serán la hoja de ruta de esta nueva etapa.
Respecto a la vuelta a la vida litúrgica, “en esta fase de transición, mantenemos la propuesta de dispensar del precepto de participar en la misa dominical y sugerimos a personas de riesgo, mayores y enfermos que consideren la posibilidad de quedarse en casa y sigan las celebraciones por los medios de comunicación”. También se pide que, en adelante, todos sigan las medidas “organizativas e higiénicas” que se irán dando.
A políticos y sociedad civil reclaman la voluntad de “acuerdo y colaboración en favor del bien común”. “Todos estamos llamados a ser responsables en la convivencia para evitar en lo posible la expansión de la enfermedad y ayudar a los pobres y a quienes más padezcan las consecuencias de esta pandemia”, invitan.