“Recemos hoy por los gobernantes, que tienen la responsabilidad de cuidar a su pueblo en estos momentos de crisis: jefes de Estado, presidentes del Gobierno, legisladores, alcaldes, responsables de las regiones…”. Con esta oración, el Papa comenzó la eucaristía matutina desde la capilla vaticana de la residencia de Santa Marta, con la vista puesta en la crisis del coronavirus.
“Para que el Señor les ayude y les dé la fuerza porque su trabajo no es fácil”, añadió el Papa, consciente de la desescalada que se vive en los países europeos y las tensiones que está generando entre los políticos dentro y fuera de las naciones. “Y cuando haya diferencia ente ellos, entiendan que, en los momentos de crisis, deben estar muy unidos por el bien del pueblo, porque la unidad es superior al conflicto”.
En el inicio de la eucaristía también hizo una mención especial “Los madrugadores”, un grupo de oración para hombres nacido en Chile hace tres décadas de la mano del movimiento de Shoenstatt y que hoy están presentes en varios países de América Latina. “Hoy sábado 2 de mayo, se unen a nosotros 300 grupos de oración que se llaman “Los madrugadores”, en español. Se levantan muy temprano para orar”, apuntó Francisco, consciente de la diferencia horaria.
“Esta pandemia es un momento de crisis social. ¿Cómo reaccionar en estos momentos de crisis?”, reflexionó el Papa durante la homilía. “En el momento de crisis hay que estar muy firme en tus convicciones, en la fe”.
“Se necesita perseverancia, silencio, quedarnos donde estamos, no es el momento de hacer grandes cambios. Es el momento de la fidelidad a Dios, a aquellas cosas que hemos seguido tiempo”, aconsejó Francisco. Sin embargo, sí añadió que puede ser buen momento para la conversión, “pero no para alejarnos del bien, sino en búsqueda de la paz”.
“Los cristianos tenemos que aprender a gestionar estos momentos”, planteó el Papa, que echó mano del refranero popular argentino: “En mi tierra hay un dicho que dice: cuando vas a caballo y debes atravesar un río, no cambies de caballo a mitad del río”.
“Algún padre espiritual -continuó- ve que los momentos de crisis son como pasar por el fuego, para hacernos más fuertes. Que el Señor nos dé el Espíritu Santo para saber resistir a las tentaciones en los momentos de crisis, para ser fieles a la primera palabra con la esperanza de vivir después tiempos de paz”.
“Los momentos de crisis son momentos de elección. Todos en la vida tendremos momentos de crisis familiares, matrimoniales, sociales…”, admitió. “Que el Señor nos dé la fuerza en los momentos de crisis para no vender la fe”, sentenció para terminar.