El obispo de Teruel refuerza las medidas para volver a misa: comunión en la mano, prohibido cantar y mascarilla obligatoria

El obispo de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, refuerza las medidas sanitarias para volver a misa en su diócesis este 11 de mayo, siempre y cuando la provincia cumpla los criterios sanitarios exigidos por el Ministerio de Sanidad. Entre las directrices, que van más allá de las facilitadas por la Conferencia Episcopal Española, apuesta por dar la comunión en la mano, el uso de mascarilla obligatoria, prohibe cantar a los fieles y pasar el cepillo, y exige brevedad en los ritos.

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“Después de semanas sin expresar comunitariamente nuestra fe en nuestros centros de culto, queremos recuperar progresivamente la normalidad de la vida de nuestras comunidades diocesanas. Ya que hemos esperado con paciencia, no nos precipitemos ahora y así evitemos el rebrote de la pandemia. Recordaros que también en esta fase de transición, estamos eximidos del precepto de participar en la Misa dominical y sugerimos a las personas de riesgo (mayores y enfermos) que consideren la posibilidad de quedarse en casa y sigan las celebraciones por los medios habituales”, comienza explicando el prelado en su carta sobre la apertura de las parroquias.

Gómez Cantero obliga a los párrocos a cumplir las siguientes medidas:

1. Mantener las puertas abiertas “de par en par” para que nadie toque nada.
2. Limitar el acceso a 1/3 en la primera fase y 2/3 en la segunda.
3. Los fieles deben usar siempre mascarilla y (a ser posible) guantes.
4. Marcar en el suelo con flechas las rutas a pie en un solo sentido
5. Marcar donde se deben sentar para mantener la separación de 2 metros.
6. Evitar aglomeraciones: funerales, bodas, comuniones…
7. Las pilas de agua bendita permanecerán vacías.
8. Es necesaria la desinfección continua del templo: bancos, objetos litúrgicos…
9. Hay que retirar objetos piadosos que habitualmente besaban los fieles.
10. Las parroquias de la ciudad estudiarán nuevos horarios de misa que se puedan complementar entre unas y otras.
11. En los pueblos se deben prever misas al aire libre para el verano: ermitas…
12. Servicios de seguridad para los que se puede contar con jóvenes: para ordenar la distribución de los fieles en los distintos momentos (entrada: ocupen los lugares de adelante a atrás/ comunión: mantengan el orden y las distancias/salidas: procuren que se guarden las distancias), para ofrecer gel hidroalcohólico o algún desinfectante similar a la entrada y salida de los fieles, para establecer una salida ordenada de la iglesia.

En relación a la celebración de la Eucaristía, Gómez Cantero pide:

1. Cumplir las normativas sobre la distancia.
2. Prohibidas las concelebraciones de varios sacerdotes.
3. Evitar la presencia de los monaguillos.
4. Prohibido el acompañamiento musical de coros. Pero puede haber un solista, apartado de todos.
5. Los fieles no deben cantar (“supone un comportamiento arriesgado”).
6. La consagración se debe hacer levantando levemente el pan y el cáliz, pero tapados con una palia (“para evitar las invisibles gotículas respiratorias del celebrante”).
7. No habrá colecta.
8. Se prescinde del saludo de la paz o una leve inclinación entre los fieles.
9. Se prescinde del diálogo de donación: “El cuerpo de Cristo” “Amén”.
10. El ministro debe ponerse mascarilla para dar la comunión.
11. Si el sacerdote es muy mayor establecer ministros extraordinarios de la comunión.
12. Marcar en el suelo con una cinta dónde debe ponerse el comulgante.
13. “Solo dar la comunión en la mano, en la boca supone un riego para los demás. Es un acto de caridad hacerlo en la mano”.
14. El comulgante y el ministro extienden las manos a la distancia apropiada.
15. El ministro que dé la comunión se debe lavar las manos a la vista de todos (antes y después) con gel hidroalcohólico.
16. Las cestas para la colecta estarán en unas mesas al final del pasillo o en las puertas de salida.
17. Tanto el cáliz como la patena deben purificarse en la sacristía “y a poder ser con gel hidroalcohólico”.

El obispo de Teruel pide también brevedad a los celebrantes. “Cuanto más tiempo estemos juntos más peligro de contagio”, recuerda. Y vuelve a incidir en la necesidad de “siempre lavarse las manos y guardar la distancia debida”.

¿Cuándo serán las comuniones y confirmaciones?

En cuanto a los otros sacramentos, Gómez Cantero ha dado respuesta a posibles fechas de celebración:

• “Las fechas de las primeras comuniones se decidirán en cada parroquia entre el párroco, los catequistas y los padres, estudiando cuándo y de qué manera se podrán hacer. Aunque se prevé que la normalidad llegará para el mes de agosto, o cuando se descubra la vacuna”.
• “Las confirmaciones intentaremos celebrarlas durante septiembre, octubre y noviembre, como diseñen los arciprestes y sacerdotes de cada lugar. Siempre teniendo en cuenta que no se dé un rebrote de la pandemia, como nos recuerdan siempre las autoridades sanitarias”.
• Los Bautismos, hágase el rito breve. Agua siempre nueva, de un solo uso. Unción con algodón nuevo, incinerarlo al terminar la celebración. Guardar la separación debida”.
• El Matrimonio: anillos y arras manipulados solo por los contrayentes. Debida prudencia en las firmas. Se puede ofrecer la posibilidad de hacerlo sin Eucaristía. Abreviar los prolegómenos. No tirar arroz. Las flores puestas por una floristería profesional. No tocarlas ni cogerlas”.
• “La Unción de Enfermos, rito breve. Unción con algodón de un solo uso. Los sacerdotes mayores o enfermos eviten dar la Santa Unción a los enfermos del coronavirus. El Papa ha dado ‘absolución general’ para todos los enfermos. Se puede hablar por teléfono con ellos y consolarlos”.
• “Las Exequias: mismas exigencias que las misas dominicales. Evitar el contacto personal, a pesar del momento de dolor. Mantener la distancia de seguridad. No se lleven flores a la iglesia, los traslados son peligrosos. Una floristería profesional puede adornar la iglesia para el momento”.
• “El sacramento del Perdón y la escucha de los fieles: hágase en una sala con suficiente espacio de separación entre ambos y con suficiente confidencialidad. Tanto el sacerdote como el penitente o la persona que desee consultar algo lleven mascarilla. Siempre reiterar la limpieza de las manos y de las superficies”.

Al término de sus pautas para las misas en pleno coronavirus, el prelado concluye con una llamada a la responsabilidad. “Nos puede parecer todo esto muy exagerado, pero es cuestión de salud pública y no de liturgia”, subraya.