Este 3 de mayo, Domingo del Buen Pastor, el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, anunció la Pastoral Misericordiosa, cuyo principal objetivo es animar y orientar la vida cristiana durante la pandemia de coronavirus, tejiendo relaciones duraderas “para cuando volvamos a estar juntos”.
La iniciativa, dirigida por el sacerdote David Jasso, es denominada Misión COVID, cuyas iniciales representan las cinco acciones de esta pastoral: Consolar, Orar, Vivir, Inspirar y Dar.
El arzobispo Cabrera explicó que se ha instruido a cada uno de los miembros de esa Iglesia arquidiocesana a realizar estas acciones en los ámbitos en los que desarrollan su vida ordinaria y según su vocación, contando con el apoyo de la estructura pastoral.
La iniciativa “ya ha sido presentada a los sacerdotes y se irá adaptando a las realidades de cada comunidad… Esta Misión COVID, busca ser un estímulo para el crecimiento de nuestra fe”, explicó el arzobispo.
Por separado, en entrevista para Vida Nueva, el sacerdote Jasso detalló los puntos relacionados con la misión, al tiempo que justificó la iniciativa ante las diferentes maneras en que las personas están experimentando “una crisis a nivel personal, familiar y comunitario, por lo que es urgente acompañar a todos: personas, familias, comunidades, ciudadanos, enfermos, vulnerables y a los más pobres”.
Expresó que al “reconocernos como una Iglesia en camino, de puertas abiertas y en salida, misionera, y ante la invitación del papa Francisco de dejar de girar en torno a nosotros mismos, queremos caminar hacia adelante, mirando la realidad más grande y verdadera de la vida: Jesús está vivo y nos ama”.
“Para esta iniciativa nos mueve la Palabra de Dios y la Eucaristía, alimento que nos revela que Dios está cerca de nosotros, generando esperanza, alegría y vida plena. En consonancia con nuestro proceso pastoral (2017-2019) en el que hemos atendido a las personas y familias, promovido la fraternidad en la comunidad y la ciudad y siendo solidarios con nuestros hermanos más pobres”.
El padre Jasso detalló que promoverán las referidas cinco acciones, “desde nuestras casas y actividades esenciales, que se irán adaptando de acuerdo al curso de la pandemia, a nivel personal, familiar y comunitario”.
Respecto al Consolar, dijo: “lo haremos mirando la realidad de enfermedad, dolor, sufrimiento y miedo que estamos viviendo”. Así la Pastoral Misericordiosa cura, consuela y sostiene a las personas que sufren.
La acción de Orar, se justifica “mirando la inquietud, la falta de fe, de paz y el desasosiego que estamos viviendo; es necesaria la Pastoral Misericordiosa que promueva espacios y ofrezca recursos para tener encuentros profundos de oración personal y familiar”.
La acción de Vivir –agregó- se realizará “mirando la realidad de depresión, de oscuridad y de muerte que estamos experimentando; por ello es necesario realizar una Pastoral Misericordiosa que cuide nuestra vida y la de los demás, anunciando la Vida plena en Jesús”.
“La acción de Inspirar se efectuará mirando la realidad que vivimos de confusión, desánimo, pesimismo, ansiedad y desesperanza. Por ello es necesario realizar una Pastoral Misericordiosa con acciones que nos ayuden a encontrarnos con la Palabra de Dios, que es alimento, guía, luz, fuerza y esperanza”.
Y la acción de dar –concluyó- se hará mirando las crecientes necesidades de las personas, la tentación del egoísmo y la crisis que se avecina, “por lo que es necesario realizar una Pastoral Misericordiosa que, asumiendo una vida austera, realice acciones de solidaridad que alivie las necesidades de nuestros hermanos”.