El delegado episcopal de patrimonio cultural de la diócesis de Osma-Soria, Rubén Tejedor Montón, ha publicado una serie de ‘Recomendaciones sobre procedimientos de desinfección en bienes culturales con motivo de la alarma sanitaria por Covid-19’. La aplicación de nuevas normas sanitarias para proteger a los fieles puede hacerse forma respetuosa con el patrimonio cultural de los templos españoles.
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No dañar las superficies
Entre las “medidas a tomar en templos y zonas expositivas” están cuestiones como evitar las “fumigaciones o pulverizaciones dentro de los templos” ya que con el cierre de estas semanas la supervivencia del virus es poco probable. Lo habitual será limpiar los espacios empleados por el sacerdote. Menos agresivo con el patrimonio es la “pulverización controlada de ozono, ya que es el desinfectante y antiséptico que más destaca por ser altamente eficiente como bactericida, viricida y fungicida”, recomienda.
Donde sí que habrá que emplear una cantidad considerable de alcohol es en superficies como suelos, puertas o manillas, así como bancos, reclinatorios, confesionarios o pilas de agua bendita que no tengan un gran valor artístico.
Las “desinfecciones en bienes muebles y ornamentos litúrgicos” también han de hacerse con cuidado, sin emplear “productos corrosivos como la lejía o el amoniaco sobre los bienes muebles, esculturas, retablos, pintura, marcos y orfebrería”. También “hay que evitar las pulverizaciones generales con otros productos o incluso agua con jabón, ya que pueden provocar alteraciones irreparables” en estos objetos.
Orfebrería e imágenes
Los objetos de orfebrería empleados para la misa “podrán ser desinfectados con una solución de alcohol al 70 % o limpiándolos empleando un jabón neutro”, empleando piezas de menor valor artístico en este tiempo. Además, “se recomienda evitar el contacto directo con los bienes en museos, archivos o recintos religiosos”, dejándolo para los expertos y con guantes desechables y mascarilla.
Para los “bienes culturales en espacios públicos” como portadas o estatuas en la calle, se “avisa de que no deben ser desinfectadas de forma directa y se recomienda emplear una disolución de etanol al 70 % en agua proyectada a baja presión en las zonas cercanas”. Ante la dificultad para su desinfección sin poder evitar un daño irreparable, la clave es no tocarlos “de manera directa para evitar posibles contagios”. Se recomienda también el uso de trajes de protección individual y no dudar en consultar con los expertos.