Al igual que el resto de programas que integran Cáritas Diocesana de Ávila, el programa de atención a las drogodependencias, en el que se integra el Centro de Atención a Drogodependientes y el programa de prevención indicada FRENA, ha tenido que adaptarse para seguir atendiendo a las personas con necesidad de tratamiento por dependencia a drogas y sus familias, desde el momento en que se decretó el Estado de alarma por la crisis sanitaria del Covid-19.
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Para ello, los profesionales continúan desempeñando su trabajo con los pacientes de forma no presencial, realizando los seguimientos e intervenciones vía telefónica o mediante otros medios telemáticos. Y es que esta situación, tal como destacan desde el propio programa de drogodependencia “nos ha enseñado a buscar soluciones y actuar desde la urgencia, cuando en otros momentos solo habríamos visto problemas”.
Con el objetivo de dar la mejor atención en un tiempo en el que toda ayuda es poca, el equipo ha tenido que reinventar su modo de trabajo, no sin esfuerzo. La comunicación y la coordinación entre los miembros de este programa es fundamental en todo momento para poder ofrecer una atención de forma integral a todos sus pacientes. Pero han tenido que cambiar sus formas sin variar su metodología.
No dejar de hacer cosas
Así, las reuniones de equipo y de coordinación han pasado a ser virtuales en torno a una pantalla que ha sustituido a la mesa de reuniones. Pero, como destacan miembros del equipo, “trabajar así, sin contacto presencial pero continuamente en contacto, refuerza la unión como equipo que mira en la misma dirección, que no es otra que dar el mejor servicio y atención”.
Uno de los puntos que no puede desaparecer, y mucho menos en tiempos de pandemia, es el apoyo psicológico y emocional a los paciente. Por ello, la intervención terapéutica que se está llevando a cabo desde este servicio en el momento actual es distinta a cuando se realiza de forma presencial. “Estos días nos están enseñando a todos que si algo no se puede hacer de una manera hay que buscar otra, pero no dejar de hacer”, destaca la coordinadora del centro. Por otra parte, el apoyo socio-educativo también sigue realizándose.
El programa de prevención indicada FRENA continúa el seguimiento y apoyo psicológico a los jóvenes y adolescentes que se habían iniciado en el consumo de algún tipo de droga, así como a sus familias, a través del teléfono y otros métodos de comunicación telemáticos. Este acompañamiento ha tenido que ser reforzado ante las necesidades incrementadas por los problemas derivados del confinamiento. Así pues, el programa de drogodependencias de Cáritas Diocesana de Ávila, tanto asistencial como en su labor preventiva, continúa con los tratamientos bio-psico-sociales y en continua y diaria coordinación con los recursos de la Comunidad.
Las adicciones a sustancias y de otro tipo en estos momentos parecen tener menos protagonismo, pero sin duda, tras el confinamiento, habrán de valorarse las nuevas necesidades. Las donaciones recibidas por parte de empresas y particulares siguen siendo muy necesarias para atravesar esta crisis y este conjunto de ellos hace que nuestras familias continúen un día más. Desde la institución agradecen su enorme esfuerzo y generosidad y recuerdan, asimismo, que dentro de la campaña ‘Cada gesto cuenta’, Cáritas Diocesana de Ávila ha habilitado una cuenta para donaciones, apelando a la solidaridad de todos: BANKIA – ES76 2038 7725 2268 0003 9248.