Este viernes, los argentinos realizarán una jornada de oración y solidaridad, a beneficio de Cáritas Argentina y del sostenimiento del Santuario. También, le pedirán a la Madre de Luján su intercesión por el fin de la pandemia y por el país. Para los días de pandemia, la organización preparó la novena a la Virgen con el objetivo de fortalecer la cercanía y la oración a la Madre.
Vida Nueva Cono Sur dialogó con el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, quien nos comentó cómo vivir esta celebración con espíritu mariano y comunión espiritual.
PREGUNTA.- Celebrarán una fiesta de la Virgen de Luján de un modo distinto…
RESPUESTA.- Es verdad que en este tiempo de pandemia, de cuarentena, la Iglesia ha aprendido rápidamente a celebrar su liturgia y compartirla con el pueblo de Dios a través de los medios de comunicación, y así será con esta fiesta del 8 de mayo de Nuestra Señora de Luján.
La Basílica es un templo muy grande que expresa que es una casa para el pueblo peregrino, el pueblo que ama la Virgen, en este caso el pueblo argentino también, porque es la fiesta de la Madre de los argentinos. Sí, vamos a celebrarlo de un modo distinto con el templo vacío, pero al mismo tiempo con la cercanía que nos dan los medios de comunicación. Todos estamos asombrados porque en el templo físicamente entra un número limitado de personas, aún en la plaza, pero a través de los medios es incalculable la cantidad de personas que siguen las transmisiones; de todas maneras, desearíamos estar celebrando esta fiesta con la puerta de la Basílica abierta.
P.- ¿Cómo han trabajado pastoral y espiritualmente esta celebración para estar cerca de los fieles?
R.- El equipo de sacerdotes de la Basílica ha preparado esta celebración con todo cariño desde la novena y con mucho detalle; muchos detalles que tienen que ver con una capacidad de hospitalidad. La hospitalidad también se expresa en la preparación de la Liturgia, de las celebraciones; teniendo en cuenta muchos de esos detalles para acercar a la Virgen al pueblo de Dios, ya que el pueblo de Dios está muy cerca de la Virgen.
P.- ¿Qué le expresa la gente con respecto a esta fiesta tan distinta? ¿Cómo viven los fieles el no poder visitar a la Madre?
R.- Las personas desean acercarse y participar activamente porque así es nuestra fe religiosa; la participación activa en un Santuario Mariano es a través de las peregrinaciones, la llegada de los contingentes, de los grupos parroquiales y sin duda nuestras comunidades, nuestros fieles, lo viven extrañando la celebración pero al mismo tiempo muy agradecidos por todo lo que se hace para hacer posible que la Virgen esté cerca a través de los medios.
P.- El Papa Francisco no quiso estar ausente y envío una hermosa carta.
R.- Le escribí al Papa pidiéndole si tenía ganas de dar un mensaje. El escribió esa hermosa carta en la que se pone como un peregrino que viene a renovar su amor por la Virgen, y la Virgen lo termina renovando a él. Esa mirada de él a la Virgen, de la Virgen a él que lo lleva a cambiar, lo lleva a convertirse. Lo lleva a vivir expresando su pecado pero, al mismo tiempo, con la seguridad de que va a salir mejor. La carta nos expresa eso. Que es lo que vive todo peregrino cuando llega al Santuario: se encuentra con la Virgen y la Virgen hace, sin decir nada, sin hablar, hace el milagro de ir cambiándonos la vida. El Papa se coloca así en esa sensibilidad y en esa sintonía de ser peregrino.
P.- Como Pastor, ¿qué le dice a las personas que hoy no pueden asistir personalmente a la Basílica?
R.- Estamos en un tiempo muy particular, difícil, delicado, para el pueblo argentino, para el mundo. Dios quiera que esta celebración vivida de esta manera nos renueve para poder vivir el presente y el futuro, que seguramente no será fácil. Será un futuro difícil, pero ojalá lo podamos vivir como un pueblo unido, solidario, con una enorme capacidad de esperanza. Que esta fiesta nos renueve en ese deseo de ser un pueblo unido que camina con esperanza y que por lo tanto puede enfrentar esto y otras cosas más. Nuestro pueblo está acostumbrado a vivir situaciones difíciles. Que esto novedoso que nos toca vivir, lejos de ponernos freno o hacernos daño, sea una oportunidad para aprender a ser un pueblo que tiene ganas de vivir transformando esta realidad en algo nuevo.
El Santo Padre envió un mensaje al titular de la arquidiócesis, Jorge Scheinig:
“Querido hermano: se acerca el 8 de mayo y mi corazón ‘viaja’ a Luján. Estaré espiritualmente junto a ustedes, como peregrino espiritual y ‘virtual’. La miraré una vez más y, también una vez más, me dejaré mirar por Ella. Esa mirada de madre que te renueva, te cuida, te da fuerzas”.
“Y no estaré solo sino junto al santo pueblo fiel de Dios que la quiere tanto, pueblo fiel y pecador como yo”.
“Le cambiaremos el manto todos juntos, le diremos nuestras preocupaciones y nuestras alegrías. Le pediré que nos cuide y -porque soy pecador- le pediré que nos dé la gracia de pedir siempre perdón, de no cansarnos de pedir perdón… porque sabemos que Su Hijo no se cansa de perdonar”.
“Y le haré la promesa de portarme mejor ‘robándole’ la palabra a ese gran sacerdote de mi anterior diócesis: ‘Esta tarde, Señora, la promesa es sincera. Por las dudas, no olvides dejar la llave afuera’ (1). Y me volveré a casa con la seguridad de una gracia regalada. Fraternalmente. Francisco”.
(1) Amelio Luis Calori, sacerdote y poeta argentino
8 horas: Rezo de laudes.
11 horas: Milagro de la Virgen.
12 horas: Celebración de la misa.
17 horas: Contemplación del Rostro de la Virgen.
18 horas: Rezo del Rosario.
19 horas: Celebración Eucarística, presidida por Jorge Scheinig. Cambio de manto a la imagen mariana.
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