Poco a poco, las diferentes diócesis van trazando su hoja de ruta para la desescalada tras el coronavirus a medida que se van acercando las diferentes fases trazadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. También lo ha hecho la diócesis de Huelva que ya había confirmado la suspensión del Rocío o el traslado de la Virgen a la aldea. Ahora, la diócesis ha aprobado tres decretos al respecto para el ‘Retorno a la normalidad pastoral en la Diócesis de Huelva’, un ‘Panel con medidas para la vuelta al culto en la Diócesis de Huelva’ para fijar en la entrada de los templos y un ‘Protocolo para sacerdotes ante la vuelta al culto en la Diócesis de Huelva’.
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Disposiciones para santuarios y ermitas
La Vicaría General, en nombre del Consejo Episcopal, ha comunicado las pautas en las que se ofrecen indicaciones para el regreso progresivo de la actividad pastoral que en Andalucía podría comenzar el próximo lunes, 11 de mayo. En sintonía con los criterios sanitarios y la propuesta de la Conferencia Episcopal, a lo largo de 9 páginas, se recogen “los principios que han de guiar cualquier criterio, norma y actuación concreta”.
Precisamente este jueves, 7 de mayo, el papa Francisco ha concedido una prórroga al año santo, tal como había pedido el obispo José Vilaplana, que se había concedido por la celebración del centenario de la Coronación Canónica de la Virgen y que estaba previsto que concluyera el 7 de junio. Ahora se amplía hasta que acabe la pandemia del Covid-19.
Dada la importancia en la diócesis de los santuarios como el del Rocío, cuya fiesta es el Lunes de Pentecostés, la normativa señala que “es responsabilidad de las Juntas de Gobierno de los santuarios y ermitas adoptar las medidas higiénicas necesarias en este tiempo así como la regulación de las visitas” y que “la celebración de las fiestas y romerías debe ajustarse a las medidas dictadas por la autoridad competente en los diversos campos”. Por otro lado, se recuerda que “las muestras de devoción y veneración de las imágenes y otros objetos de culto deben sustituirse por una sencilla inclinación o reverencia. Nunca contacto físico” y que “las campanas, cuya función prioritaria es convocar al pueblo, es lógico que se utilicen cuando se celebren misas con asistencia del pueblo aunque sea en pequeños grupos”.
Higiene y limpieza
Además de las recomendaciones para cada uno de los sacramentos y uso de locales se ofrece una capítulo destinado a los sacerdotes en el que les pide “instruir a los fieles sobre la necesidad de observar estas recomendaciones de higiene, para que nuestros templos sean espacios seguros contra el contagio por coronavirus, insistiendo en que es una responsabilidad de todos y de cada uno”.
A las recomendaciones de la Conferencia Episcopal, se añaden elementos como el hecho de que los fieles en la colecta pueden “hacer su contribución por transferencia periódica o por bizum”. Para la comunión, si hay poco espacio se siguiere que el propio sacerdote se desplace por los sitios de los fieles y no se contempla la comunión en la boca.