Cristianos Socialistas, a favor del Ingreso Mínimo Vital: “Hay que poner la economía al servicio de los derechos humanos”

“La sociedad en su conjunto está haciendo un esfuerzo ímprobo por superar esta situación”. Así lo ha declarado la Comisión Federal de Cristianos Socialistas tras su última reunión, celebrada de forma telemática el pasado 8 de mayo. “Especialmente queremos reconocer algunas de las profesiones que el coronavirus ha visibilizado como esenciales para el funcionamiento de la sociedad (transportistas, limpiadoras, cuidadoras, barrenderos, reponedoras, cajeras…) y que sin embargo no estaban valoradas ni económica ni socialmente”, han subrayado.

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Asimismo, la Comisión ha valorado “muy positivamente” la implicación y responsabilidad de la ciudadanía, “colaborando y siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias, imprescindibles para superar la situación que estamos viviendo”, además de las iniciativas del Gobierno de España “para no dejar a nadie atrás por la situación socio sanitaria creada y le pedimos un reconocimiento a la labor social realizada por los actores religiosos”.

La reunión del pasado viernes tenía el objetivo de preparar la V Asamblea Federal, que estará centrada en ofrecer al PSOE y a las iglesias “propuestas de diálogo focalizadas en contribuir a superar, con criterios éticos y solidarios, las consecuencias sociales, económicas y culturales que la crisis del coronavirus está produciendo”, han explicado en un comunicado. “Queremos presentarlas como Grupo Federal del PSOE, para continuar ‘Tendiendo puentes’ entre socialismo y cristianismo”, añade la Comisión.

Trabajar por el bien común

“La crisis que estamos viviendo nos ha mostrado, con toda crudeza, que la vulnerabilidad y la fragilidad son elementos constituyentes del ser humano, que somos radicalmente interdependientes, que necesitamos a otros para ser personas en plenitud”, explican. Por ello, “como creyentes también hemos experimentado la necesidad del ‘Otro absoluto’ como elemento esencial de nuestra existencia”.

“Desde Cristianos Socialistas creemos que es posible y necesario poner el sistema económico al servicio de los derechos humanos fundamentales”, aseveran, para lo cual la organización apuesta “por impulsar una economía basada en el cuidado y la reparación, impulsando las energías renovables y la sostenibilidad de la Creación, donde la persona sea el centro y la prioridad y el bien común el objetivo a conseguir”.

Además, inciden en que el concepto de “seguridad nacional” debe incluir “la redistribución de la riqueza, una fiscalidad más justa y reforzar el Estado de bienestar”. “Entendemos”, continúan, “que el Estado de bienestar debe garantizar la Sanidad y la Educación pública de calidad a todos sus ciudadanos y que es imprescindible una mayor inversión pública en Sanidad y Educación”.

La importancia del Ingreso Mínimo Vital

Además, Cristianos Socialistas centra también su atención en los mayores, las grandes víctimas de la pandemia. “El Sistema de Dependencia debe ser un derecho subjetivo y la atención a nuestros mayores tiene que hacerse fundamentalmente desde el sector público, como herramienta de cohesión social y mejora de la calidad de vida de la ciudadanía”, explican. Asimismo, han remarcado su apoyo a la creación de un Ingreso Mínimo Vital permanente “que cubra a todas las personas vulnerables o en situación de necesidad, con una prestación ‘únicamente’ condicionada al nivel de ingresos y con los mínimos requisitos burocráticos posibles”.

Por último, la organización pide a las autoridades eclesiales que apoyen “la cooperación política, el apoyo al Ingreso Mínimo Vital y a una fiscaliadad justa”, además de que “continúen impulsando la implicación de los recursos personales y materiales de sus entidades sociales, educativas, culturales, económicas y sanitarias en la creación de espacios solidarios generadores de bien común”. “Creemos que debe evitarse toda pretensión de monopolio de significado sobre la muerte en una sociedad que es plural”, concluyen, y, por eso, “debe prevalecer con autenticidad poner en primer término el proceso de duelo que las personas y familias necesitan”.