El documento elaborado por Carlo Maria Viganò en el que criticaba las medidas para frenar la pandemia del Covid-19, no ha dejado de recibir críticas dentro de la propia Iglesia desde su publicación el pasado 8 de mayo. Y es que en el documento, titulado ‘Por la Iglesia y por el mundo’, el exnuncio denunciaba que se estaban frenando “los derechos inalienables de los ciudadanos y sus libertades fundamentales”, al no poder acceder a la práctica de los sacramentos.
Ante esta situación, el cardenal alemán Gerhard Müller ha defendido su firma en el documento en el periódico ‘Die Tagespost’, tal como ha recogido Katholisch, acusando a parte de la Iglesia de usar los medios para “crear indignación” contra los firmantes, sus supuestos “oponentes”. Asimismo, Müller ha señalado que, con ello, se ha conseguido que el texto –firmado por cardenales, obispos y laicos– haya sido “deliberadamente malinterpretado” y conducido al “centro de las críticas”. Además, ha criticado que su presencia como cardenal haya destacado, “centrando la percepción” en su persona.
Entre quienes se han adherido al texto de Viganò hay 4 cardenales: Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino –quien se desmarcó del mismo el propio viernes, antes de su publicación–; Gerhard Ludwig Müller, antiguo prefecto de Doctrina de la Fe; Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong; y Janis Pujats, arzobispo emérito de Riga (Letonia). A ellos se suman algunos obispos como Luigi Negri (arzobispo emérito de Ferrara), Joseph Strickland (actual obispo de Tyler, Texas-Estados Unidos), Thomas Peta (arzobispo metropolitano de Astaná, Kazajistán) y su auxiliar Athanasius Schneider, Jan Pawel Lenga (arzobispo de Karaganda, Kazajistán), Rene Henry Gracida (obispo emérito de Corpus Christi, Texas) y Andreas Laun (obispo auxiliar de Salzburgo, Austria).
Por su parte, los obispos de Alemania se han querido distanciar del grupo de firmantes del texto de Viganò. “La Conferencia Episcopal Alemana generalmente no hace comentarios sobre las llamadas de obispos individuales fuera de Alemania”, apuntó Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal, a la Agencia Católica de Noticias (KNA). “Sin embargo, quisiera señalar que la evaluación de la pandemia del coronavirus está evolucionando, y es diferente del texto publicado”, añadió.
De hecho, los obispos alemanes han declarado, en otras ocasiones, que las restricciones puestas en marcha para frenar la pandemia son “razonables y responsables”, enfatizando, además, que en el momento de relajar estas medidas se debe hacer “con responsabilidad y juicio”.