Dos meses llevan ya las escuelas cerradas en Italia por culpa del coronavirus y todavía no se sabe en qué condiciones podrán reabrir el próximo mes de septiembre para el inicio del nuevo curso. Esta situación, que ha supuesto que los alumnos tengan que volcarse con la educación a distancia, unida a la recesión económica motivada por la pandemia, está agravando la brecha educativa entre los alumnos de las familias más pobres y los de las más acomodadas.
La crisis provocada por la Covid-19 ha empeorado las perspectivas de los menores que ya se encontraban en situación de fragilidad socio-económica y ha hecho que otras franjas de población se encuentren ahora en situaciones similares. Un 10% de los niños de entre 8 y 11 años no sigue nunca las clases telemáticas o lo hace menos de una vez a la semana, mientras que un 20% de los chavales afronta mayores dificultades para hacer los deberes respecto a la situación previa a la pandemia.
Los datos fueron ofrecidos este lunes por Save the Children Italia, que publicó un informe partiendo de los datos de una encuesta realizada con más de 1.000 niños y adolescentes de entre 8 y 17 años de edad y con sus padres. Un 5% de estos últimos temen que sus hijos tengan que dejar la escuela, un porcentaje que casi llega al 10% entre las familias con dificultades económicas.
Casi la mitad de los núcleos familiares en situación de fragilidad querría que las escuelas reabrieran al menos para ofrecer algún tipo de actividad extracurricular. Un 60% de los padres consideran además que sus hijos necesitarán apoyo cuando se retomen las clases debido a las lecciones perdidas durante el confinamiento.
“No podemos permitir que la epidemia en pocos meses les quite a los niños y a los adolescentes la oportunidad de crecimiento y desarrollo”, afirmó Daniela Fatarella, directora general de Save the Children Italia. “Debemos actuar de inmediato para no privarles de su futuro. La educación representa para nuestros niños la tabla de salvación para tener oportunidades en el presente y, sobre todo, para garantizar la libertad de elegir su futuro, de manera especial en los entornos más desfavorecidos”.