Tras ser una realidad en cuatro pequeñas islas, la Fase 1 del plan de desconfinamiento ha llegado este lunes diferentes regiones españolas en la pandemia por el coronavirus comienza a suavizarse. Una nueva fase en la que se permite la vuelta a las Iglesias con un tercio de su aforo. La normalidad y el sentido de responsabilidad ha sido la clave en la primera jornada.
Mascarillas, geles, ausencia de hojas de cantos o publicidad en la entrada… son las novedades que se han encontrado los files que han vuelto a misa al encontrarse en las regiones en las que han abierto los templos. En la mayoría de los casos se ha establecido la entrada por orden de llegada hasta completar aforo –formándose algunas colas en lugares como Sevilla, según informa Europa Press–.
En la catedral de Sevilla se han colocado sillas para la misa y los files han podido entrar a rezar en la capilla de la Virgen de los Reyes. Para el prefecto de Liturgia del Cabildo, el canónigo Luis Rueda, lo sobresaliente de la jornada ha sido “el buen comportamiento” de los fieles. “En la comunión los fieles han sido muy obedientes, todos por el pasillo central, guardando también la distancia de seguridad y comulgando en la mano, como está recomendado. Estamos llenos de alegría porque hemos vuelto a la celebración del culto público con la presencia de los fieles en la iglesia”, destacó.
También pueden volver las bodas a la iglesias con las medias oportunas, entre ellas la limitación de aforo o la distancia de seguridad. Por ello es posible que celebraciones como estas o las comuniones se pospongan hasta la última fase. Para el portavoz del Arzobispado de Pamplona, José Gabriel Vera, en declaraciones a EFE, “raramente habrá bodas ahora mismo” ya que un enlace suele convocar a muchos invitados.
Para Vera, las bodas volverán a reprogramarse este año o el que viene a medida que la pandemia esté controlada. Respecto a las compunciones, “por parte de la iglesia no hay problema, se podrían celebrar”, señala el sacerdote, pero las medidas sanitarias hacen que no sea cómodo. “Donde hay poquitos niños, en pueblos pequeños, no hay problema para celebrar la primera comunión de una persona. Pero si es una parroquia que tiene 25 niños tendrá o hacer muchos días de primeras comuniones con escasos comulgantes en cada uno”, explica.
Aunque la gran prueba de fuego será el próximo domingo, algunas diócesis han mostrado en sus redes sociales que los operativos están listos. La Basílica de Begoña de Bilbao ha indicado en los bancos dónde deben sentarse las personas para mantener la distancia de seguridad. En Mallorca las Iglesias han abierto sus puertas “con normalidad” y “sin prever grandes problemas para cumplir con las restricciones”.
También se han retomado las celebraciones de funerales con mayor presencia de familiares y con celebraciones religiosas en los templos. En general, por toda España se ha trabajado en desinfección y redistribución de los espacios litúrgicos.