Fernando Croxatto dio una entrevista al portal local vaconfirma.com.ar y realizó consideraciones sobre la actual situación de pandemia y su incidencia económica. El obispo de Neuquén cree que la flexibilización de la cuarentena dependerá de la responsabilidad de cada uno y de lo que hayamos aprendido respecto del cuidado del otro. Insistió, además, en la necesidad de “escuchar” a todos los sectores porque las realidades no son iguales.
Consultado sobre la tarea que está haciendo la Iglesia local, el obispo subrayó la tarea de Cáritas que coordina y acompaña esta realidad: “ha hecho un despliegue enorme en todo este tiempo”. Los alimentos son la prioridad. Por eso, hay muchos comedores que ayudan. También se realiza un acompañamiento a los vecinos, a través de bolsones de comida. En las comunidades, los agentes pastorales que conocen a la gente que ya estaban atendiendo, y ahora atienden a otros que van llegando. Recordó además que “ahora viene el tema del frío y el invierno”.
Con respecto a la demanda de personas sin trabajos formales, el prelado señaló esta se notó en los barrios. En algunas zonas, explicó cómo a la gente que changueaba se la está abasteciendo con bolsones de comida. Lo mismo pasa con quienes piden ayuda en la Catedral.
En mi caso, dijo el obispo, escucho la realidad espiritual de la gente. “Hay nuevas preocupaciones y nosotros también tuvimos que buscar nuevos modos de acompañar. Tuvimos que aggiornarnos y establecer nuevos modos de cercanía para acompañarla”.
Para el obispo, hay que escuchar a los que conocen, a los que saben más, a instituciones, empresas, comercios. Escucharlos desde sus necesidades concretas, porque la extensión de la cuarentena hasta el 24, “va creando esta sensación de ansiedad, de vacío, de desesperanza, sobre todo en aquellos que están solos. Vivimos todos con la inseguridad de qué va a pasar mañana”.
En referencia al cobro diferido del aumento salarial de trabajadores estatales de la provincia, Croxatto expresó que “todos tenemos que hacer un esfuerzo”. En algunas cosas, tenemos que achicarnos todos, dijo. Y agregó “hay que estar muy atentos para que todos pongan su parte” porque si “cada vez que vas al supermercado las cosas siguen aumentando, no estamos haciendo el mismo esfuerzo. Eso genera una tensión social”.
Para el titular de la diócesis puede haber otras que se van a ir destapando porque vienen de arrastre y que no se han sabido acompañar bien. Específicamente, mencionó el problema de Andacollo (conflicto minero, en el cual el gobierno provincial quitó la concesión a la firma Trident Southern Explorations. Los trabajadores hace dos meses que no cobran su salario). Señaló que hay muchos factores y muchos actores; “las cosas no son tan claras, por lo menos para los ciudadanos corrientes. No sabemos bien cuál es el fondo de ciertas situaciones por las cuales se retrasa tanto la solución o la respuesta posible”, dijo el prelado.
El obispo, en relación a las medidas del gobierno nacional, señaló que “todos estamos de acuerdo en la defensa de la vida. Estamos aprobándolas y nos sumamos todos”. Considera que vamos a ir aprendiendo cómo manejarnos y cómo vamos a convivir en esta realidad: “sin entrar en la psicosis pandémica”, pero sí cuidando al otro que tengo delante.
Croxatto sostuvo que la iniciativa que busca cobrar un impuesto –por única vez– a las grandes fortunas “en algún sentido es una medida de justicia” porque estamos en “una realidad en la que todos tenemos que poner y el que tenga más tendrá que ayudar al que tiene menos”. “Es la conciencia fraterna que tendríamos que tener como país y como ciudadanos, y con más razón si somos creyentes”.
En cuanto a la resistencia de los sectores más ricos, sostiene que “el rico quiere ser más rico. La avaricia es uno de los grandes pecados del corazón del hombre”. Recuerda que Francisco habla de la ‘globalización de la indiferencia’, que muestra el abuso de los bienes naturales y considera el derecho absoluto sobre la propiedad privada. “Es una conciencia que tenemos que transformar”.
* Información y foto: vaconfirma.com.ar