La pandemia del coronavirus y la crisis social que ha derivado de las medidas del estado de alarma han dejado a mucha gente vulnerable en la calle. En Cáritas lo saben bien, por eso en la delegación de la diócesis de Mérida-Badajoz han hecho balance de la atención gestionada desde las regulaciones aprobadas el pasado 14 de marzo que no han dejado de crecer.
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Los datos de la crisis
Según ha informado la entidad, a través de la red de las 131 Cáritas Parroquiales, ha atendido a 4.047 personas, de las cuales 744 son personas nuevas que no habían acudido nunca a Cáritas. Los datos dejan al descubierto el hecho de que 10.294 personas se han visto beneficiadas de la ayudas para necesidades básicas de alimentación, medicamentos, suministros energéticos o alquiler de vivienda. Un aumento del 18,4% de personas han contactado por primera vez con Cáritas desde que comenzó la pandemia.
Ante este aumento de las necesidades y personas atendidas, Cáritas Diocesana gestionará el Fondo Diocesano de Comunión Fraterna que el arzobispo de la Diócesis, Celso Morga, ha puesto en marcha el pasado mes de abril. Esto servirá para reforzar “sus recursos y servicios para continuar ofreciendo una atención integral y global a las personas velando por que nadie se quede atrás”, señalan.
