Cada día que pasa quedan más en evidencia las consecuencias económicas y sociales de las crisis sanitaria abierta por el coronavirus. Una muestra son las demandas que llegan hasta las instalaciones de Cáritas. En este sentido, las solicitudes de ayuda que han llegado a la delegación de Orihuela-Alicante se han cuadruplicado durante la emergencia, respecto al mismo periodo de años anteriores. En dos meses se ha ayudado a más de 8.099 familias en la diócesis, lo que supone haber ayudado a más de 32.300 personas, según informa la entidad.
La pobreza que está dejando el coronavirus tiene un perfil familiar. En el caso de la delegación alicantina, el 70% de las familias ayudadas tienen hijos menores a su cargo. En caso de seguir así la situación, en pocos meses se habrá atendido a las mismas familias que en todo un año en las circunstancias anteriores.
Las ayudas han sido para la alimentación y para poder afrontar gastos relacionados con la vivienda, como suministros o pago de alquileres. Para ello se ha hecho un gasto directo de 440.142,12 euros. A esta cifra hay que añadir 210 toneladas de alimentos repartidos en las parroquias y aportados por particulares, organizaciones y empresas.
Cáritas está presente en todos los barrios y pueblos de la diócesis de Orihuela-Alicante gracias a las 151 Cáritas parroquiales. Además, ha puesto en marcha la línea gratuita 900 921 936 atendida por un equipo de 25 voluntarios y 8 trabajadores sociales que atienden más de 300 llamadas diarias.