Alirio Cáceres, diácono permanente de la arquidiócesis de Bogotá, ecoteólogo y asesor de Cáritas América Latina de ecología integral, no duda en afirmar a Vida Nueva que a cinco años de su publicación, Laudato si’ “es la más popular en la historia de la doctrina social de la Iglesia”, por una parte ha incidido “la fuerza de las redes sociales”, pero también “el Papa la publicó el 18 de junio de 2015, seis meses antes de la COP 21 en Francia”.
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Precisamente allí “se logra el acuerdo de París sobre el cambio climático” además Francisco en el mes de septiembre de ese mismo año “alienta en las Naciones Unidas el acuerdo sobre la Agenda 2030 referido a los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) con lo cual hace incidencia directa como la “voz católica autorizada de los grandes acuerdos” en esta materia.
Lo que ha desencadenado
Otro de los aspectos que resalta Cáceres “es el hecho de que la hayan dirigido en una carta encíclica a todas las personas que habitamos el planeta, considerándolo casa común”, sin duda eso generó una reacción inmediata de sectores ambientalistas y científicos que “la reconocen como uno de los documentos más completos, que describe la situación planetaria de la ecología como un asunto de raíz y no coyuntural”.
Además ha destacado que el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) tuvo en esta encíclica un referente importante para la publicación de su carta pastoral ‘Discípulos misioneros: custodios de las Casa Común’ con la cual hace una fuerte denuncia contra las estructuras de injusticia y pobreza causadas por la industria extractiva.
Asimilar más la ecología integral
El ecoteólogo afirma que todavía falta mucho por hacer. Todo ello pasa por “laudatosificar”, es decir, que “tenga la dosis de alabanza, de sensibilidad, de cuidar la vida en esta Casa Común para para volverla a ver precisamente como común” para ello es necesario convertir a los hogares, escuelas, parroquias y comunidades en verdaderos espacios sostenibles.
La clave está en “la búsqueda de una economía que sea social, circular y solidaria”, porque “la semilla de esa revolución ecoteológica está en pleno germinador” por ahora “es muy joven la recepción, nos está haciendo falta asimilar que ecología integral está conectado con todo: social y ambiental”, por tanto es “mirar la espiritualidad de San Francisco de Asís que ama a Dios, a los pobres y a la creación”.