El coronavirus se ha cebado con Madrid, que ha llegado a ser uno de los principales focos de una pandemia mundial. Pero, más allá de los muertos y afectados a nivel de salud, la enfermedad también está teniendo unas consecuencias gravísimas para muchas personas que están cayendo en la vulnerabilidad.
Así lo alerta hoy en un comunicado Cáritas Madrid, que señala que, “en el último mes (desde el 15 de abril al 14 de mayo), el programa de Acogida y Asistencia ha sido testigo de un aumento de familias que necesitan ayuda, pero también de la gravedad de su situación económica y de una mayor urgencia de respuesta necesaria”.
A nivel comparativo, si se toma como referencia la acción llevada a cabo hace un año, esta se ha triplicado. Y, si se compara con la impulsada en el mes anterior, la conclusión es aún más dramática: las ayudas han aumentado en un 94%. El 68% de las atenciones han sido en el ámbito de la alimentación, y un 22% para pagos relacionados con la vivienda.
En este sentido, se han detectado “situaciones en las que las familias no tenían dinero suficiente para cubrir sus necesidades de alimentación de los siguientes días, especialmente en los distritos del sur de la Diócesis de Madrid”.
“El 90% de las ayudas del último mes –se ratifica– han sido para necesidades básicas, alimentación y vivienda, gracias a las donaciones y al compromiso de más de 3.000 nuevas personas voluntarias. El servicio de atención telefónica está recibiendo más de 600 solicitudes de ayuda diarias”.
En cuanto al perfil de esta nueva pobreza desde el estado de alarma, hace dos meses, Cáritas Madrid aprecia “un aumento significativo de las personas con un trabajo por cuenta ajena (principalmente a causa de ERTES y no haber percibido aún prestaciones), personas menores de 30 años y personas de origen extranjero que, debido a que muchas de ellas trabajan en economía sumergida (servicio doméstico, cuidado de menores y personas mayores, etc.)”.