La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR) se suma a la denuncia que esta semana ha hecho la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) para detener la tragedia humana y ambiental en la Amazonía.
A través de un mensaje, la Presidencia de la CLAR ha expresado su profunda preocupación por el impacto que la pandemia del Covid-19 esta causando en la región panamazónica y, particularmente, entre las comunidades indígenas: “somos testigos del clamor de la madre tierra y de los pobres de la Amazonía“.
Frente a esta situación, la organización eclesial ha hecho un llamado a la vida religiosa del continente y a las personas de buena voluntad, a realizar “una acción urgente y unificada que se materialice en un gesto solidario” que beneficie al área de la salud y se concrete también en contribuciones económicas.
Expresamente, la CLAR convoca a médicos y enfermeros “que se dispongan para hacerse presente, en calidad de voluntarios, en los lugares desprovistos de atención sanitaria” en la vasta Amazonía. Asimismo, con los recursos que se recauden, se comprarán insumos hospitalarios y kits de protección en favor de los pueblos indígenas.
“Hay tinajas que esperan de nuestra agua”, animan los líderes de la vida religiosa en América Latina y el Caribe, al tiempo que sostienen que “el compromiso con el sufrimiento de nuestros hermanos de la Amazonía puede adelantar el milagro, hacer que fluyan las redes de la solidaridad, desde una cooperación significativa en favor d ella vida amenazada”
La iniciativa de la CLAR coincide con la celebración del quinto aniversario de la publicación de la carta encíclica Laudato Si’, del papa Francisco, en comunión con la REPAM y la Red Itinerante Panamazónica, con el propósito de aportar al cuidado de la vida y de la casa común.