“No podemos abusar de lo que nos da la Tierra y sus posibilidades de vida en nombre del progreso”, ha dicho a Vida Nueva Birgit Weiler, religiosa alemana, con más de 16 años inserta en las comunidades indígenas del Perú, a propósito de los 5 años de Laudato si’. “Investigadores de reconocimiento y de mucha seriedad a nivel internacional han planteado que el virus del Covid-19 es resultado de transgredir los límites de la naturaleza”, indicó.
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Para la madre sinodal la encíclica ha significado y significa muchísimo porque responde al “anhelo profundo de reflexionar juntos sobre el grave problema ecológico”. El sínodo amazónico fue precisamente “llevar a la práctica esta reflexión inspirada en ‘alabado seas’” y “hacerlo desde la conciencia muy aguda” sobre todo cuando la Amazonía está amenazada con toda su riqueza natural y cultural.
Aprender a golpes
La religiosa de la Congregación de las Hermanas Médicas aseguró que “seguimos aprendiendo y a veces lo hacemos a golpes” como lo ha demostrado esta pandemia, por ello “tenemos que sacar lecciones” porque “creo que la pandemia nos exige a ser mucho más solidarios. Ningún pueblo se salva solo, cuidando la vida del otro, cuido mi propia vida”.
El coronavirus –afirma– nos pone en la conciencia lo que también Laudato si’ ha recalcado tanto: “hay un vínculo inseparable entre cuidar la creación y cuidar al otro, especialmente la vida junto con las personas más afectadas por la pobreza material”.
Jesús y el buen vivir del indígena
“Es imposible vivir sanamente en un mundo tan herido”, ha expresado para recordar que “sólo tendremos futuro como humanidad si sabemos cuidar la Tierra y nos dejamos enriquecer por la sabiduría que muchas pueblos originarios, que tienen al respecto a través de su proyecto de vida llamado el buen vivir”.
“El buen vivir profesado lo abordamos mucho en las aulas sinodales y tiene que ver mucho con el evangelio de Juan que anuncia que Dios desea vida en plenitud, pero vida en plenitud para todos y todas. Aquí hay un estrecho vínculo entre concepciones del buen vivir y el proyecto de vida que nos ofrece Jesús. El buen vivir ayuda a aterrizar en medio de nuestras diversas realidades lo que Jesús nos pide”, apuntó.
Superar la visión segmentaria
En la actual coyuntura, con un genocidio étnico ad portas a causa de la pandemia y el descuido gubernamental, “la Amazonía reclama al mundo una conversión ecológica” y “esto pasa por una conversión cultural, pastoral y social”, porque “estas dimensiones están íntimamente entretejidas”.
La religiosa ha aseverado que se debe superar la visión segmentaria de este asunto ecológico. “Una ecología integral nos llama a mirar la compleja realidad, en el conjunto de las relaciones y aprender para entretejer los hilos de las relaciones”, acotó la misionera.
“Laudato si’ nos abrió la mente y el corazón. Si nosotros estamos dispuestos a dejar pasar este proceso hay que dejar trabajar el espíritu de Dios para valorar este tejido de relaciones tan complejas, tan ricas, pero también tan frágiles”, apostilló la religiosa.
Foto: Adveniat
