El arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, visitó este domingo la localidad italiana de Asís, en cuyo santuario de la ‘spogliazione’ celebró la Eucaristía con motivo del aniversario de su institución en 2017.
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“Aquí Francisco interrumpió su recorrido de vida horizontal, ligado a las realidades terrenales, para iniciar el recorrido vertical, dirigido a las realidades celestiales. Aquí se desnudó de lo que pasa para abrazar lo que permanece”, dijo en su homilía este alto funcionario de la Curia romana cuyo puesto es determinante en el funcionamiento interno de la Iglesia católica.
Peña Parra destacó cómo el templo en el que se encontraba supone para los fieles un recuerdo de que “no se puede hacer sitio plenamente al Señor sin desnudarse de algo: es necesario quitarse nuestros viejos vestidos interiores para revestirnos de su novedad”. Haciendo referencia a la pandemia del coronavirus, señaló que este difícil período “nos ha desnudado de tantas certezas, privando a muchos de bienes incluso esenciales”.
“La vida no está en nuestras manos”
Pese a las consecuencias negativas de esta situación, también puede ofrecer una señal “en el camino” para recordar que la vida no debe malgastarse “persiguiendo cosas que ahora están, pero mañana desaparecen. Nos recuerda que, por mucho que nos esforcemos, la vida no está en nuestras manos y no podemos añadirle ni uno solo instante”.
El obispo de Asís, Domenico Sorrentino, recordó al inicio de la celebración que se cumplían cinco años de la publicación de la encíclica Laudato si’ del papa Francisco, un texto “sobre la custodia de la Creación ligado desde el nombre a nuestro santo”.