Al igual que hacen muchos bares y restaurantes, ya hay parroquias que, ante la pandemia del coronavirus, están debiendo adaptarse a la desescalada diseñada por el Gobierno y, con el fin de limitar en aforo en cada celebración (al 30% o al 50% según la fase de la región), han optado por un novedoso método: solicitar a los fieles que tengan pensado asistir a una misa que reserven su plaza en la misma.
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Una de las primeras en dar este paso ha sido la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Campanario (Badajoz). Según ha relatado al diario extremeño Hoy su párroco, Luis Ramírez, la iniciativa se ha puesto en marcha este pasado fin de semana a modo de prueba y el resultado ha sido más que satisfactorio.
Sencillo y automático
Así, como ha reconocido, se vencieron las reticencias de los fieles de mayor edad al tratarse de un sistema sencillo y automático, a través de Internet, de reservar el día, la hora y el asiento que desea ocupar en el templo. Aquellos que no sabían utilizar la herramienta o no tienen acceso a Internet, lo han hecho a través de algún familiar o amigo y nadie se ha quedado sin asistir a misa.
Algo que los fieles han agradecido especialmente tras dos meses de confinamiento total y seguir las celebraciones litúrgicas por los medios. “Creemos –remarca el párroco– que lo va a usar mucha más gente y tendremos más asistencia”.
La localidad también cuenta con un convento de religiosas clarisas. En este caso, quienes deseen participar en la eucaristía en su comunidad, pueden hacer su reserva vía telefónica.
