“Sería deseable que las dos formas de celebrar la eucaristía pudieran reconciliarse en el futuro, de modo que en algún momento solo tuviéramos una única forma como síntesis en lugar de dos”. Son palabras del cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, recogidas por Die Tagespot.
De hecho, el comisionado ecuménico del papa Francisco explica que, a la larga, las dos formas de celebrar la misa “no pueden coexistir”, ya que “la Eucaristía es la celebración central de la unidad de la Iglesia” y “no puede tener este significado si hay disputas y debates al respecto”.
Fue Benedicto XVI quien, en 2007, recuperó la tradicional forma de celebración de la misa de espaldas con el motu proprio ‘Summorum Pontificum’. A finales de abril de 2019, la Congregación para la Doctrina de la Fe elaboró una encuesta a los obispos, en la que les cuestionaba sobre la situación de las diócesis, la observancia de los libros litúrgicos aplicables y los efectos en la liturgia renovada.
Ante la preocupación de algunos prelados sobre que la misa trinitaria esté amenazada nuevamente, el cardenal Koch ha subrayado que la intención del Papa no es otra sino la de conocer la situación con más profundidad, para saber así cómo proceder en el futuro.
De esta manera, el purpurado asume el deseo de una “reforma de la reforma” iniciada por el Papa emérito con la voluntad de fortalecer la continuidad entre ambas formas. De hecho, en 2016 el cardenal guineano Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, intentó introducir algunos de los aspectos de la misa tradicional en la actual. Sin embargo, hasta el momento Francisco ha rechazado todas las solicitudes en este aspecto.