La tarde de este 25 de mayo falleció en la ciudad de Quito, Paolo Mietto, obispo vicario apostólico emérito de Napo –región amazónica ecuatoriana– quien fuera uno de los fundadores de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). El prelado tenía 85 años, nació en Italia en 1926, de los cuales había dedicado 68 años a la vida religiosa.
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Mauricio López, secretario ejecutivo de REPAM, ha afirmado que Mietto fue uno de los grandes impulsores para la fundación de esta red: “Cuando el proceso de la REPAM nacía en sus primeros pasos en Ecuador, hace casi 10 años, y luego puede conducir hacia el camino del Sínodo Amazónico, fue la presencia paciente y cariñosa de Monseñor Paolo, junto con otros-as, la que sabiamente aseguró las condiciones de diálogo”.
Un hombre comprometido
Por 12 años fue superior general de su congregación los Josefinos de Murialdo (1982 a 1994), por 16 años como obispo vicario de Napo (1994 a 2010) y por dos años fue Administrador Apostólico en Sucumbíos (2012-2014).
El sacerdote Tullio Locatelli, actual superior general de la congregación, en un mensaje ha recordado que en vida Mietto “ha sido el cumplimiento de este compromiso, en la cotidianidad del servicio, con humildad y discreción, con ese estilo de pastor bueno y atento”.
“Nos consuela, en este momento de dolor, la conciencia de presentar al Padre una vida llena, unas manos repletas por haber sabido donar, un corazón que ha sabido amar a todos los que en el tiempo se le confiaron”, acotó.
Dar la vida por el Evangelio
En 1951 ingresó al noviciado en Vigone, Turín; donde hizo la primera profesión religiosa el 8 de octubre de 1952. Sus estudios de filosofía y teología los realizó en Viterbo “Instituto San Pedro” de 1958 a 1963, para realizar la profesión perpetua en 1958. Fue ordenado sacerdote el 30 de marzo de 1963.
En 1994 recibe el nombramiento obispo del vicariato de Napo, cuyo lema fue: “Dar la vida por el Evangelio”. En 2016 regresó a Tena (Italia), desde entonces quedó como huésped del Asilo de ancianos en Archidon. Dos años después regresó a Ecuador para pasar sus últimos días en la casa provincial de los Josefinos de Murialdo en Quito.
La REPAM ha informado que aún espera indicaciones del gobierno ecuatoriano para realizar el funeral y la sepultura “por motivo de la emergencia sanitaria en el país, ocasionado por el Covid-19”.
Foto: REPAM