Georg Ganswein ha roto el silencio de su confinamiento –por la pandemia del coronavirus y por la retirada de la primera línea tras la colaboración del Benedicto XVI con el cardenal Robert Sarah– a través del libro ‘Cómo puede la Iglesia Católica restaurar nuestra cultura’ publicado en inglés por EWTN Publications. Una obra en la que reflexiones en profundidad sobre la situación el estado de la Iglesia y su futuro en el mundo actual.
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Imagen de la Iglesia
El libro, que se presenta como “una conmovedora defensa de la teología católica, la tradición de la Iglesia y la primacía de la fe católica”, defiende la Iglesia “como una fuerza civilizadora en la cultura” y “baluarte contra el creciente totalitarismo cultural que actualmente se apodera de Occidente”.
“La Iglesia, de la cual hablo en los textos, es la Iglesia de Cristo, no una construcción personal mía. Es la Iglesia que profesamos en el Credo, es una, santa, católica, apostólica”, señala en una entrevista con ACI Stampa. “Es la Iglesia de todos los tiempos. Quien busca construir una Iglesia ‘suya’ está en el camino equivocado, terminará en un callejón sin salida”, advierte.
La fuerza del testimonio
El prelado reivindica que “nuestro tiempo necesita testimonios valientes y convincentes. El testimonio es una fuente de alegría, una alegría grande y fuerte. ¡En esto la Iglesia tendrá futuro!”, pidiendo una vuelta al evangelio. “La fe se aprende como aprende a nadar, no leyendo un manual, sino nadando”, reclama frente al intelectualismo.
“La dignidad humana no se posee como se posee una pierna, una oreja u otro órgano. El hombre no compra su dignidad, por lo tanto tampoco puede perderla”, afirma el prefecto de la casa pontificia en excedencia. Para él, “la dignidad humana es dada, de hecho, es donada a todo hombre ya antes del inicio de la creación porque está fundada en la voluntad de Dios que ha creado al hombre a su imagen”.
