El vicario de pastoral de la Diócesis de Salamanca, Policarpo Díaz, ha recopilado once canciones que, durante estas semanas de confinamiento por la pandemia del Covid-19, han sido compuestas o interpretadas con un nuevo sentido por autores españoles y de habla hispana “para contribuir con su poesía a vivir con más sentido, lucidez y esperanza”.
Con esta iniciativa, el vicario, tal como recoge la web de la Diócesis, quiere compartir con la comunidad las canciones como propuestas para la oración. “A algunas de ellas podríamos considerarlas como verdaderas ‘oraciones’, o ‘brotes de espiritualidad y trascendencia’ en la cultura contemporánea”, señala.
A Díaz, cada una de estas canciones le han “llamado la atención por su belleza, su finura y los valores humanos y espirituales que transmiten”. Además, los derechos de algunas de ellas están destinados a financiar distintas causas solidarias para ayudar a las personas afectadas por las consecuencias sociales y económicas del coronavirus, como la campaña #CadaGestoCuenta, de Cáritas, el Plan Cruz Roja Responde, el Banco de Alimentos, Entreculturas y la red de pisos de acogida del Servicio Jesuita a Migrantes o Médicos sin fronteras.
El recopilatorio incluye temas tan conocidos ya como ‘Prisión esperanza’, de Manuel Carrasco o ‘Aves enjauladas’, de Rozalén. Algunas de ellas, además, “han cobrado un nuevo sentido para causas relacionadas con la solidaridad en este tiempo de pandemia”, como es el caso de ‘Resistiré’, del Dúo Dinámico, ’20 de abril’, de los Celtas Cortos y ‘A tu lado’, de Los Secretos.
Por otra parte, dos de ellas han sido creadas por sus autores para la ocasión, “pero son interpretadas por muchos artistas”, destaca Díaz, como es el caso de ‘Abrazos prohibidos’, de Vetusta Morla y ‘Con tu aire en mis adentros’, de varios artistas cristianos.
Asimismo, Díaz invita a ver la coreografía del grupo de jóvenes Jerut, de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Salamanca, que interpretan la canción ‘Celébrate’, de Miki Núñez, para lanzar un mensaje de esperanza en este momento. “Es una inyección de vida y de vitalidad para afrontar el presente y encarar el futuro”, como la califica Díaz, “por eso la he llamado: ‘+ una, para soñar el mañana’”.