“El racismo es algo con lo que en los Estados Unidos hemos estado luchando desde el nacimiento de nuestra nación”, ha dicho Shelton Fabre, obispo de la diócesis de Houma-Thibodaux y presidente del Comité Ad Hoc de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos contra el Racismo en una entrevista concedida a Vatican News sobre la realidad que vive el país desde el asesinato de George Floyd.
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“Hay una justa indignación y una justa ira que también se manifiesta porque, una vez más, es increíble que hayamos sido testigos de la muerte de otro hombre afroamericano que estaba bajo custodia policial”, explica. Además, el hecho de que un testigo gravase el momento en vídeo y este se difundiera ha hecho posible “que se haya visto, una vez más, el desprecio por la dignidad de otra persona que suplicaba porque no podía respirar. No haber respondido a eso es algo increíble”.
Para el prelado, el racismo no es otra cosa sino “creer que alguien es menos que yo porque es de una raza diferente a la mía”. “Quiero decir que las raíces de este problema se encuentran en una larga historia de lucha por abordar el racismo de manera constructiva y adecuada”, subraya.
Racismo sistémico
Pero, a pesar de estas raíces profundas, la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto el “racismo sistémico” de la sociedad. “Con el bloqueo ha aumentado la frustración y la rabia”, dice, ya que “la pandemia ha revelado las realidades raciales que vive la gente de color en este país, especialmente los afroamericanos y cómo se han visto desproporcionadamente afectados por el virus”, explica.
Y es que “muchos trabajan en la industria de servicios, y no tienen días libres por enfermedad”, así como carecen de seguro médico. “Muchos viven en condiciones en las que hay muchas generaciones que viven juntas, y el distanciamiento social no es posible”, añade, subrayando que “todos esos aspectos de racismo sistémico se han sumado a la frustración” que, sin embargo, ha producido una violencia totalmente condenable. “Hacemos un llamamiento a la protesta pacífica”, asevera Fabre.
