La Comisión Nacional de Protección a Menores y Adultos en Vulnerabilidad de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CONAPROME) publicó ayer, 1 de junio, a través de su página de Facebook y para todas las diócesis del país, el Protocolo o Líneas-Guía para la actuación en casos de abuso sexual a menores o adultos en vulnerabilidad por parte de clero, religiosos o consagrados.
Y es que ayer se cumplía la fecha establecida por el papa Francisco para la entrada en vigor de estos mecanismos en toda la Iglesia católica, por medio de los cuales se facilitase al público presentar denuncias sobre situaciones de abuso contra menores de edad o personas vulnerables cometidos dentro del seno de la propia Iglesia.
“Los Obispos de Costa Rica”, apuntan en el comunicado, “están comprometidos con la erradicación de este mal que afecta a todas las estructuras de la sociedad, pero que, de manera muy particular y decidida, debe ser corregido y erradicado sin demora en la Iglesia”.
Asimismo, el texto subraya que el 7 de mayo de 2019, con la promulgación de la Carta Apostólica Vos estis lux mundi, en forma de motu proprio, Francisco quiso “proveer a la Iglesia universal de instrumentos que ayuden a erradicar, de modo determinante, de la vida de las comunidades eclesiales el terrible flagelo que implica todo tipo de abuso y, en particular, contra los más pequeños e indefensos”.
“Es importante dar una respuesta inmediata ante los casos de denuncia que se presenten en esta materia, sabiendo que las víctimas son la prioridad, ejecutando todos los procedimientos con transparencia absoluta, tolerancia cero y evitando cualquier tipo de manifestación de secretismo u obscuridad en el proceso”, subraya en el documento el presidente de la Comisión, José Manuel Garita, obispo de Ciudad Quesada.