La Custodia de Arfe no saldrá de la catedral primada de España este jueves. Toledo celebrará esta semana la festividad del Corpus Christi con una procesión por el interior de la catedral y no por las calles de la ciudad. La crisis del coronavirus impedirá la imagen habitual de esta festividad en la que va a ser la primera que viva Francisco Cerro como arzobispo.
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A través de un decreto, el pasado 4 de junio, Cerro llegó a barajar la posibilidad de que “la procesión por el exterior solo se podrá celebrar si es permitida por las autoridades sanitarias, en la situación de alarma actual, y con la autorización de las autoridades municipales”, Sin embargo, finalmente el Arzobispado ha declinado esta opción tanto el jueves como el domingo prelado presidirá la santa misa en la catedral y ambos días también tendrá lugar la procesión claustral.
Tan solo hasta cuando el Santísimo Sacramento llegue a la Puerta de Reyes, en el atrio exterior, el arzobispo pronunciará la habitual alocución y, seguidamente, impartirá con el Santísimo la bendición a la ciudad. Será lo más cerca que la Custodia de Arfe se encuentre este año de las calles de Toledo. En la procesión solo participarán los miembros del Cabildo primado y todos los demás asistentes deberán permanecer en sus lugares, previamente establecidos.
Con invitación
Solo los invitados podrán asistir en la Catedral de Toledo a la celebración del Corpus. Entre ellos, se encontrarán algunas autoridades y una pequeña representación de cada uno de los capítulos y de las cofradías que habitualmente participan en los actos. A ellos se unirán cinco representantes de cada una de las parroquias del arciprestazgo de Toledo.
Por razones de seguridad y para que se puedan respetar las distancias entre todos los asistentes, la misa se celebrará en el altar que se instalará en un estrado situado delante de la Puerta de los Leones, bajo el órgano del Emperador, como se suele hacer para las ordenaciones sacerdotales y para la celebración de la fiesta de la Virgen del Sagrario.