La Conferencia Episcopal de Francia suele celebrar sus asambleas plenarias en el entorno del santuario de Lourdes. La pandemia por el coronavirus y las normas de distancia social han hecho que la asamblea, prevista para abril, se celebre por videoconferencia coordinada desde París del 8 al 10 de junio.
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Tiempo de reconstrucción
En estos días, los obispos tendrán que estar delante de sus ordenadores de diez a doce del mediodía y, por la tarde, de tres a siete. En la agenda de temas, según ha confirmado la propia conferencia, está la situación generada por el COVID-19, el confinamiento y sus consecuencias. Además, está pendiente completar una reflexión sobre “parroquias y territorios”, esto es, sobre la redistribución del clero. También profundizarán sus intercambios y su reflexión sobre la lucha contra la pedofilia y se presentarán las perspectivas financieras de la Iglesia gala.
El confinamiento se ha roto este lunes, 8 de junio, al final de la tarde, ya que los obispos del Consejo Permanente han tenido un momento de oración en la basílica del Sagrado Corazón en el barrio parisino de Montmartre. Tras un momento de adoración eucarística han rezado por las víctimas de la pandemia y han bendecido la ciudad desde la explanada. Finalmente ha celebrado la misa, que ha sido transmitida por redes sociales.