La condena de los hechos racistas de Estados Unidos el pasado 25 de mayo cuando George Floyd fue asesinado como consecuencia de la violencia policial llegan a todo el mundo. La Conferencia Episcopal de los Obispos Católicos de Canadá ha hecho una Declaración en la que condenan toda forma de discriminación. “El racismo y la discriminación siguen siendo una triste realidad para una civilización evolucionada”, lamentan.
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Hecho inaceptable
“La muerte de George Floyd por manos de la policía es un hecho impactante y totalmente inaceptable”, sentencian los prelado sobre lo sucedido en Minneapolis. “El flagrante desprecio de los derechos humanos y de su dignidad plantea con razón cuestiones alarmantes sobre la persistencia del racismo y la discriminación en nuestras sociedades, pero también sobre la forma en que la paz y el buen gobierno deben prevenir y desalentar la violencia contraproducente y autodestructiva”, señalan.
Los obispos señalan que “la pérdida de vidas y el sufrimiento causado por la exclusión, el racismo y la violencia” son comportamientos “contrarios al Evangelio de Jesucristo”. Transgredir la dignidad humana, para los prelados, significa “ofender a Dios mismo y a la sacralidad de la vida”. La Conferencia invita a los fieles a “rezar por todos los que han perdido la vida por el pecado del racismo, a trabajar por la reconciliación y la curación para la paz y la justicia” en Canadá y en el resto del mundo.