Unas monjas polacas afrontan el coronavirus a ritmo de rap

Los artistas han estado muy sensibilizados y movilizados durante la pandemia por el coronavirus. El Polonia, diferentes raperos han lanzado un reto a través de YouTube, llamado ‘Hot16Challenge’ –en el que se componen 16 versos de un rap–, para recaudar fondos para el personal médico que se enfrenta al virus. A ellos se han sumado algunas de las religiosas que viven junto al gran santuario de la Divina Misericordia de Cracovia.

• LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

Una Iglesia llena de alegría

Con una rima religiosa, las religiosas han puesto su granito de arena. “Cuando se trata de música, no siempre nos mantenemos al día con las últimas novedades, pero estamos listas para probar cosas nuevas cuando llega la llamada”, señala la religiosa Emanuela Gemza a CNS. “Inmediatamente me di cuenta de que esta era una gran oportunidad para evangelizar… para mostrar de forma atípica cómo Dios se preocupa por nosotros. Creo que el Espíritu Santo nos guió para poner las palabras y la melodía juntas”, confiesa emocionada. 

No son las únicas monjas en implicarse, en el convento de la Orden de las Hermanas de la Presentación también se han sumado. Wanda Putyra se enteró gracias a los alumnos de la escuela que regentan. “Como organista de la iglesia, especializada en Bach, no suelo hacer este tipo de música y nos preocupaba que el ritmo fuera el correcto”, señala la monja que ya domina la técnica. “Habiendo asumido que el rap era bastante simple, rápidamente descubrí que en realidad es muy difícil. ¡Es realmente una forma de arte, y ahora todos respetamos a los artistas que lo hacen!”, apunta la religiosa que ha compuesto una canción sobre el Calvario.

El obispo auxiliar de Elk, Adrián Galbas, y el obispo de Zamosc-Lubaczow, Marian Rojek, también participan en la iniciativa rapeando. “El Santo Padre nos ha instado a ser una iglesia llena de alegría, y me alegro de que hayamos encontrado una manera de demostrarlo”, apunta Gemza.