Luis José Rueda Aparicio se ha posesionado oficialmente como el 41° arzobispo de la arquidiócesis de Bogotá. Son muchos los desafíos que tiene por delante como bien ha admitido en su discurso durante la mañana del jueves, 11 de junio. En la ceremonia a puerta cerrada y transmitida por redes sociales, Luis Mariano Montemayor, nuncio de Colombia, y el ahora arzobispo emérito de Bogotá, el cardenal Rubén Salazar, han expresado su apoyo al nuevo arzobispo para que continúe la obra evangelizadora de más de 456 años.
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Para el recién posesionado, la arquidiócesis de Bogotá desde su fundación ha tejido con hilos de vida una historia salvífica de Iglesia viva. Igualmente agradeció a su predecesor, el cardenal Rubén Salazar, por la gran obra que deja en sus manos y por “su sabiduría misionera y la audacia evangelizadora. En verdad me llena de alegría recibir una iglesia bien estructurada, con un plan de evangelización en plena marcha”.
“No puedo ocultar que tengo al Cauca en mi corazón”, ha indicado quien fuera hasta hace poco obispo de Popayán, una de las regiones más golpeadas por la violencia. Al tiempo que ha mostrado toda su disposición a la feligresía bogotana de “caminar con ustedes, hablar con ustedes, a evangelizar con ustedes y cuando Dios me conceda esa gracia vengo a morir con ustedes”.
Trabajar por los descartados
El nuncio apostólico, Luis Mariano Montemayor, ha pedido a Rueda trabajar por los descartados, de esos que viven en las periferias existenciales: “Son encomendados preferencialmente a su corazón de pastor en favor de ellos” además “usted es llamado a ser instrumento generoso y fraterno de reconciliación para contribuir a cerrar tantas heridas muy profundas”.
El diplomático también ha encomendado al nuevo primado de Colombia a los migrantes venezolanos. “Son 350.000 solo en la ciudad de Bogotá” por ello “el doloroso drama de los migrantes venezolanos en vez de ir terminando se va agravando” en este sentido ha exhortado a los capitalinos, en especial a la feligresía, a poner en marcha una sapiente pastoral de migrantes inspirada en los valores de la solidaridad.
Discernimiento permanente
Por su parte, el cardenal Rubén Salazar ha dado su bienvenida en un tono fraterno: “Eres el pastor que el Señor hoy quiere para esta porción de su iglesia” por lo que “estamos perfectamente convencidos de que tú vas a guiar a esta Iglesia en el discernimiento permanente de la presencia salvadora del Señor”.
“Esto significará que todo el pueblo de Dios articulado por los diferentes carismas, ministerios, servicios, bajo tu conducción podrán discernir cada vez mejor como el Señor consuela, fortalece, vivifica y, por lo tanto, podrás llegar a ese pueblo para que se ponga incondicionalmente al servicio de esa salvación”, ha dicho el purpurado.
Toda la estructura arquidiocesana
La arquidiócesis cuenta con 297 parroquias, 554 presbíteros, dos seminarios. En este sentido Rueda ha aseverado que cuenta con “un clero bien formado, fraterno y disponible” incluso “muchos de ellos con olor a santidad” como es el caso del venerable Rafael Almanza.
También ha elogiado el trabajo de diáconos, vida consagrada y laicos como de la diversidad de movimientos apostólicos y el gran aporte de las escuelas y universidades católicas. En el actual contexto del Covid-19’ ha destacado la acción del Banco Arquidiocesano de Alimentos, pues de este modo “se hace visible la caridad de Cristo”.
A los obispos auxiliares y de las jurisdicciones sucedáneas ha manifestado “su entera disposición como servidor del Evangelio”.
Por la reconciliación y la paz
Ha pedido al presidente de la República, Iván Duque, como a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y demás autoridades legislativas, civiles y militares “unir fuerzas” para que “tendamos puentes de encuentro, forjemos una sociedad más justa y fraterna” donde “todos trabajemos unidos por la reconciliación y la paz”. Esta misma invitación la ha extendido a líderes sociales, trabajadores de la salud, docentes y medios de comunicación.
“La misión de la Iglesia, como lo enseñó el papa Benedicto XVI, es el anuncio de la palabra que crea comunión y es fuente de alegría. Hoy como Iglesia comunicamos la verdadera alegría en medio de ese de emergencia sanitaria de la ciudad y del mundo entero”, sostuvo.
Con todos los protocolos
Respecto a la reapertura de los templos, una vez que se flexibilicen las medidas de distanciamiento social, ha asegurado que esta se hará “con todos los protocolos de bioseguridad”, porque “es urgente que nuestros fieles y comunidades puedan beneficiarse de sus pulmones espirituales”.
Si bien “la pandemia despertó la creatividad celebrativa en redes sociales”, para el arzobispo “eso no basta; necesitamos celebrar en los templos. Celebraremos con gratitud del acontecimiento de una nueva oportunidad de vida”.
Foto: Arquidiócesis de Bogotá