“Es normal que Carmen Calvo trate con el Vaticano, pero debe dialogar con la Conferencia Episcopal Española”. Así de contundente se ha mostrado el secretario general del Episcopado y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, al ser preguntado sobre la vicepresidenta del Gobierno –responsable de las relaciones con la Iglesia– en una entrevista con El Confidencial.
¿Está siendo el Gobierno de Sánchez e Iglesias hostil con la Iglesia católica? “Las relaciones están siendo normales, de respeto y colaboración, dentro de la normalidad de estos últimos meses en los que la pandemia nos pone en dificultades a todos. Tenemos pendientes bastantes cuestiones en diálogo que el propio presidente del Gobierno y la vicepresidenta cuando tuvo su entrevista con el nuncio han anunciado, pero me imagino que debido a las circunstancias que hemos vivido desde marzo aquí no ha sido posible todavía tener estos encuentros”, responde el prelado.
En el mismo sentido, Argüello reconoce que el hecho de que “la vicepresidenta del Gobierno se relacione con la Santa Sede y aquí en España con el nuncio es en principio normal. Pero la Santa Sede encomienda a la Conferencia Episcopal el desarrollo de los principales acuerdos y las relaciones con el Gobierno se realizan desde la propia Iglesia en España”.
El secretario de los obispos entra en materia aludiendo, en primer lugar, a la exención del IBI que tiene la Iglesia: “No lo es por los acuerdos firmados con la Santa Sede, sino que se basa en la ley del mecenazgo. Es verdad que los acuerdos Iglesia-Estado prevén también la situación fiscal de la Iglesia, pero en el caso concreto del impuesto de bienes inmuebles la regulación de la Iglesia es la misma que tienen todas las entidades no lucrativas. El Gobierno tiene derecho de plantear su política fiscal, pero no nos parece asumible que se quiera hacer una regulación específica solo sobre la Iglesia cuando esta exención afecta a otro conjunto de entidades”.
Preguntado sobre la caída de ingresos a través del cepillo, debido a la limitación del culto, el secretario de los obispos reconoce que ha afectado a la capacidad económica de la Iglesia, pero ha sido un momento para impulsar los donativos online a través de la web DonoaMiIglesia.es. Aunque las pérdidas no están compensándose aún. “El parón fue muy de golpe y, desde el punto de vista de la Iglesia, si se me permite la expresión, nos ha afectado en un tiempo de temporada alta, como es la Cuaresma, cuando hay muchos más actos de culto propiciados por las cofradías y por el deseo de renovación de la vida cristiana que en el tiempo de cuaresma se propone. Qué decir de la Semana Santa, del tiempo de Pascua, que es cuando se realizan las primeras comuniones, o de los matrimonios, que también son la mayoría en esta época”.
Sobre un futuro rebrote del coronavirus, Argüello ha dicho que, de producirse, “nosotros también tendríamos que decir ‘quédate en casa’, aunque desde la experiencia vivida sí que nos parece muy importante mantener encendido el fuego de la eucaristía, que es donde brota la fraternidad, que tan reclamada está siendo en este momento, la solidaridad, que tan imprescindible es, y sobre todo donde brota la esperanza”.