El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha aclarado hoy que reza “para que se encuentre pronto una vacuna contra el Covid-19 y que avancen las líneas de investigación que no abran un dilema ético”. Lo hace tras haber afirmado ayer en la misa del Corpus Christi en la catedral que “una de las vacunas contra el coronavirus está fabricándose con células de fetos abortados”.
Al final de su emotiva homilía sobre el valor de la eucaristía, el cardenal denunció, ya sin papeles, que “el demonio existe en plena pandemia, intentando llevar a cabo investigaciones para vacunas y para curaciones. Nos encontramos con la dolorosísima noticia de que una de las vacunas se fabrica a base de células de fetos abortados. Así de claro. Y eso es inhumano, eso es cruel, y ante eso no podemos alabarlo ni bendecirlo, todo lo contrario”.
Para el purpurado, a cualquier coste no se puede tener una vacuna: “No señor, tenemos una desgracia más, obra del diablo. Eso es lo que quiere el diablo”, concluyó. La noticia a la que se refiere es un bulo que ha circulado por internet sobre tratamientos que se han vinculado a enfermedades graves o virus como este, que ya ha sido desmentido por los expertos en ‘fake news’ de Maldita Ciencia.
Como informa Europa Press, ante las consultas de los medios de comunicación, Cañizares ha remarcado sus palabras en un comunicado hecho público por el Arzobispado: “Desde el inicio de la pandemia rezo para que se encuentre una vacuna que ayude a curar e incluso a prevenir el Covid-19, como así lo he manifestado reiteradamente”. Sobre las investigaciones para desarrollar tratamientos, ha destacado que “afortunadamente, están avanzando y tendremos vacuna”. “Lo único que añadí es que, según las informaciones publicadas, parece que existen más de cien líneas de investigación y que entre este centenar existe alguna que se estaría produciendo con métodos que abrirían dilemas éticos”, ha puntualizado.
Por tanto, ha sostenido, “si estas publicaciones son ciertas, siendo que existen más de 130 líneas de investigación, lo deseable es que se lograra esa vacuna y que se produjera sin abrir dilemas éticos por su producción”. “Toda la sociedad está esperanzada en que se logre una vacuna que permita acabar con la pandemia, encontrar una vacuna es necesario para afrontar un problema de salud pública que afecta globalmente a todo el mundo. Por ello también confío en que quienes tengan la responsabilidad actúen con generosidad y la pongan a disposición de todos, también del tercer mundo, que la vacuna llegue a todos y se actué por el bien común”, ha aseverado.
La Archidiócesis de Valencia añade que el purpurado se expresó así ante las informaciones internacionales publicadas acerca de varias líneas de investigación que plantean problemas bioéticos en la producción y uso de vacunas contra el virus “en las que se han utilizado para su fabricación células humanas de abortos”, como señaló la revista Science en un artículo del que se hizo eco, pero sin base en ningún estudio avalado por la prestigiosa revista científica norteamericana.
De las 130 líneas en desarrollo para obtener vacunas, “solamente en seis se han utilizado células fetales humanas, por lo que sí que existen otras alternativas para la producción y uso de dichas vacunas”, subraya el Arzobispado.
Y señala que “según estas informaciones, las primeras vacunas que estarían disponibles para uso clínico serían las que precisamente se han desarrollado a partir de líneas celulares obtenidas de abortos provocados, por lo que el uso de estos seis proyectos de vacunas está suscitando una amplia polémica bioética”.