El Tribunal Supremo avala la prohibición del Gobierno de permitir misas al aire libre

La Sección Cuarta de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha rechazado la anulación del punto del plan de desescalada del Gobierno relativo a la prohibición de celebrar misas al aire libre. El auto, recogido por Europa Press, establece que la prohibición de celebrar el culto en el exterior “no impide en modo alguno el libre ejercicio de libertad religiosa en todas sus facetas”.

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La Justicia rechaza así las medidas cautelares pedidas por Abogados Cristianos, que solicitaba la suspensión de la aplicación que prohibía “utilizar el exterior de los edificios o la vía pública para la celebración de actos de culto”.

En primer lugar, la Abogacía del Estado alega la “posible inadmisibilidad por falta de legitimación de la entidad recurrente”. Además, se opone a la medida cautelar solicitada por considerar que “no concurren los presupuestos para su adopción”.

El Supremo recuerda que la existencia de riesgos para la salud pública derivados de situaciones de contacto social “es indudable” y la afectación que la medida cautelar de suspensión representaría para la población en general “es de una entidad muy relevante”.

Principal petición de los obispos

El Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 30 de mayo de 2020, en el que se desarrollaba la Fase 3 de la desescalada, no recogía la principal demanda realizada por los obispos españoles: poder celebrar misas al aire libre. De hecho, en el artículo 9 referente a los “lugares de culto” del BOE de ese día se especifica que “serán de aplicación los requisitos previstos en el artículo 9, apartados 2 y 3, de la Orden SND/399/2020, de 9 de mayo, para la flexibilización de determinadas restricciones de ámbito nacional, establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la Fase 1 del Plan para la transición hacia una nueva normalidad”. Precisamente en este apartado 2 que se cita expresamente, se especifica que “no se podrá utilizar el exterior de los edificios ni la vía pública para la celebración de actos de culto”.

Tal y como adelantaba en exclusiva Vida Nueva en su edición impresa, la Conferencia Episcopal Española había reclamado por escrito al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que diera luz verde para que pudieran celebrarse misas en los patios y explanadas pertenecientes a los recintos parroquiales y catedralicios.