El próximo 10 de octubre será beatificado en Asís, la ciudad italiana donde está enterrado, Carlo Acutis, el muchacho italiano fallecido en 2006 a los 15 años de edad en Milán debido a una leucemia fulminante. Considerado un genio precoz de la informática, una habilidad que puso al servicio de la evangelización, Acutis podría ser proclamado el patrón de Internet.
“Es todavía pronto para decirlo, pero sería interesante visto su juventud y su pasión por la red”, reconoció el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, en declaraciones publicadas este martes por el diario milanés Corriere della Sera. El purpurado italiano presidirá la ceremonia de beatificación que tendrá lugar en la basílica de San Francisco de Asís y que podrá seguirse a través de Internet.
Entrevistado por Vatican News, Becciu confesó que le impresiona la “madurez” que el futuro beato mostraba a los 15 años. “Desarrolló un conocimiento de la fe de manera espléndida y ejemplar. Era un chavalillo cuando se enamoró de la Eucaristía, luego dirigió su devoción también hacia la Virgen. Era catequista y trasmitía la fe a otros chicos no sólo a través de la forma clásica de las reuniones, sino también aprovechando los medios telemáticos”, declaró Becciu, recordando la página web creada por Acutis sobre la fe y los milagros eucarísticos.
El pasado 22 de febrero el papa Francisco autorizó el decreto que reconoce el milagro por la intercesión del joven milanés e impulsa su beatificación. Se trata de la curación inexplicable para la ciencia en 2013 de un niño brasileño que sufría una malformación congénita en el páncreas.
El Pontífice puso a Acutis como un ejemplo a seguir para los jóvenes en su exhortación apostólica ‘Christus vivit’, publicada en abril de 2019. “Es verdad que el mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero no olvides que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales. Es lo que hacía el joven venerable Carlos Acutis”.
En su texto magisterial, Francisco alaba la capacidad del futuro beato para utilizar “las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio” y también recuerda una significativa frase del muchacho: “Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias”. “No permitas que eso te ocurre”, le pide Francisco a los jóvenes, invitándoles a “no caer en la trampa” de los “mecanismos de consumo y atontamiento”.