Acólitos con mascarillas sujetaban el palio bajo el que el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, llevaba la custodia con el Santísimo Sacramento el pasado domingo, día del Corpus Christi. El prelado presidió la misa en la Catedral-Magistral de Alcalá de Henares a las 12.30 h., con el aforo reducido al 50% según las medidas sanitarias, y por la tarde, tras la oración de vísperas, a las 20:00 h. se procedió a la procesión.
Casi todas las diócesis, con motivo de las medidas para frenar la expansión del coronavirus, han optado por una procesión del Corpus claustral. En el caso de Alcalá a la procesión por el interior de la catedral, que incluyó una estación en la Cripta donde se guardan las reliquias de los Santos Niños Justo y Pastor, siguió una salida al exterior. En la Plaza de los Santos Niños un acto de exaltación de la Eucaristía, con la participación de cofrades, seminaristas y sacerdotes.
El acto, que contaba con la autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid, se desarrolló en torno a 5 altares. Desde la diócesis señalan que se mantuvo “la distancia prevista entre ellos y con todas las previsiones sanitarias”. Unos 200 fieles se sumaron al homenaje en que también se “recordó a todos los que vienen sufriendo la pandemia, y en especial a nuestros hermanos difuntos”.