Poco a poco se va recuperando la movilidad al ir quedando atrás las peores semanas de la pandemia por el coronavirus. La vuelta a los templos irá habiendo paso a la posibilidad de desarrollar algunas de las actividades más habituales del tiempo estival como las peregrinaciones, ya sean a Santiago de Compostela o a la aldea francesa de Taizé.
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Barrera frente al coronavirus
Para recibir a diferentes peregrinos se ha puesto en marcha la activación de los llamados “gestos barrera”. Una sencillas actitudes que aparecen en grandes carteles y que tratan de sensibilizar frente a estos gestos de cuidado hacia los demás, especialmente hacia aquellas y aquellos que son más vulnerables.
Entre los gestos a los que se invita a los peregrinos están: lavarse las manos con frecuencia, toser en la parte interior del codo, utilizar pañuelos desechables, mantener una distancia de 1 metro, evitar dar abrazos, besos o la mano, utilizar mascarilla en los sitios cerrados (salvo en dormitorios y habitaciones donde se alojen personas que hayan viajado juntas), respetar las marcas en el suelo de la iglesia y en los lugares de encuentro…
Además, en la colina hay un puesto de primeros auxilios en el llamado El Abiodh, donde atenderán a todos los que muestran síntomas. “Para que este año se abra la acogida en Taizé, es esencial que todos respetemos estas medidas sanitarias”, reclaman desde la comunidad.