El arzobispo de Acapulco (México), Leopoldo González González, denunció que algunas familias que se encuentran contagiadas de Covid-19 han tenido que esconderse u ocultar su enfermedad por temor a ser rechazadas, según le informaron varios sacerdotes de la diócesis.
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Ante esta situación, el arzobispo explicó que si bien al enfermar, las personas deben de guardar la cuarentena para cuidar a los demás, nadie puede cargarles una culpa. “Sencillamente estamos enfermos. Nos hemos enfermado, el virus nos ha contagiado, como a todos nos puede contagiar y enfermar”, dijo a través de un comunicado.
Y en este sentido pidió a los fieles que, al enterarse de que un amigo, vecino o familiar ha quedado contagiado por el virus, busquen la manera de hacerse cercanos.
“Hagámoslo a través de una llamada o video-llamada por teléfono, a través un mensaje para hacerles sentir nuestro afecto y preocupación, ofrezcámosles nuestra oración y, al saber de sus necesidades, veamos si podemos ayudarles en algo”.
Consideró que otra manera de hacerse cercanos es haciéndoles saber por teléfono que se les dejará a la puerta algo de lo que necesitan, o bien, organizándose con otras personas para tenderles la mano, o comunicándole las necesidades de esa familia a aquellos que tienen posibilidad de ayudar.
Preparar el camino para el regreso a la playa
Leopoldo González afirmó que el hecho de que 16 de los estados del país se encuentren en una situación de menor riesgo ante la pandemia del Covid-19, es ya un signo de esperanza, por lo que pidió seguir colaborando como sociedad para que el estado de Guerrero pueda regresar gradualmente a sus actividades, a partir del 30 de julio, como lo han establecido las autoridades.
“Si logramos disminuir el número de contagios entre nosotros, esto incidirá de manera muy significativa en todo el estado, pues más de la mitad de personas que han sido contagiadas de este virus habitan en nuestra ciudad”.
Exhortó a que durante las próximas dos semanas los guerrerenses pongan todo lo que esté a su alcance para lograrlo: “salgamos de casa sólo a lo necesario y sólo el tiempo necesario; llevemos nuestro cubrebocas; guardemos la distancia debida con las personas, también cuando hacemos fila para un servicio o un trámite; nos lavemos las manos con mayor frecuencia y cuidado. Realicemos esta misión como expresión de nuestro amor a los demás: menos personas enfermas, menos familias que sufren”.
Consideró que, de esta manera, la Arquidiócesis de Acapulco construirá un ambiente confiablemente sano “para quienes anhelan venir a descansar, disfrutando la belleza de nuestras playas y la amable hospitalidad de nuestra ciudad”.
Cabe mencionar que en Guerrero se han registrado poco más de 500 muertes por Covid-19, con 3,160 casos confirmados. Pese a ello, en las últimas semanas el puerto de Acapulco ha registrado pequeñas alzas en sus niveles de ocupación hotelera, según la Secretaría de Turismo del estado.