La gestión de los problemas derivados de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia polaca no está siendo serena. El último episodio es la denuncia al nuncio del arzobispo de Gniezno, Wojciech Polak, al obispo Edward Janiak por haber encubierto el abuso sexual en su diócesis de Kalisz, a la que llegó en 2012.
Edward Janiak aparece como figura destacada en el documental ‘Hide and Seek’ sobre los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes polacos y que ha tenido mucho éxito en YouTube. En él se acusa de forma directa al obispo de no haber hecho nada para detener a un sacerdote que abusó sexualmente de niños. Estó llevó al arzobispo primado de Polonia, Wojciech Polak, a pedir al Vaticano que investigue estas acusaciones. Para Polak, en la película se mostraba “que no se cumplieron los estándares de la Iglesia para la protección de niños y jóvenes”.
En el documental se recoge el testimonio de una familia que denunció que su hijo había sido abusado por el párroco y cómo el obispo echó de su despacho a los denunciantes en 2016 e hizo caso omiso a la norma de ponerlo en conocimiento de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ante esto actuó el primado a través de la nunciatura. Por su parte, Janiak rechazó todas las acusaciones a través de una carta en la que también acusa al arzobispo Polak. Carta que fue enviada a todos los prelados menos al primado, como señaló un periódico polaco al que fue filtrada.
Para el obispo señalado, el primado “emitió un veredicto”, creó “una gran confusión” y “dañó la imagen de la Iglesia” al tramitar esa denuncia al Vaticano. También repulsa que Polak se haya reunido con los realizadores del documental porque son “los enemigos de la Iglesia”, como recoge Polityka.
Pero las acusaciones van más allá, al señalar que la votación sobre la puesta en marcha de la Fundación San José, creada por la conferencia episcopal para apoyar a las víctimas de abusos sexuales, fue manipulada. También cuestiona que esté al frente de la comisión encargada del seguimiento de los protocolos antiabuso el propio primado. De hecho, la Conferencia Episcopal Polaca tuvo que declarar que “el nombramiento del arzobispo Wojciech Polak como delegado de Protección de Menores y la creación de la Fundación San José fueron aprobados por una gran mayoría de obispos durante las reuniones plenarias episcopales en 2019”. Mientras para Janiak todo este proceso es una “campaña mediática” personal.