A finales de mayo, las familias de los alumnos del colegio Divina Pastora de Getafe recibían una circular de parte del Equipo Directivo y la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA). En ella, se explicaba que iban a poner en marcha la iniciativa solidaria #SOMOSCASA, con el deseo de echar una mano a familias y alumnos del centro que habían visto cómo el COVID-19 y el estado de alarma les llevaba a situaciones de vulnerabilidad.
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“Ha sido un proceso muy bonito”, dice Isabel María Gutiérrez, profesora de Integración y Compensatoria del colegio. “Desde el departamento, una de las tareas que hemos hecho ha sido el acompañamiento telefónico a las familias”, explica. Y fue ahí, en esas charlas, en el proceso de acompañar a los jóvenes, porque no se conectaban o porque no entregaban las tareas, donde empezaron a aflorar las dificultades económicas que están atravesando muchas familias. “Las que antes eran vulnerables, han entrado en una situación totalmente insostenible, y las que sobrevivían día a día han perdido sus ingresos”, apunta Gutiérrez.
#SOMOSCASA pasó a tener dos vertientes, la de apoyar económicamente a las familias por medio de donaciones para alimentación y servicios como el wifi, tan importante en la educación a distancia; y el reactivar los motores de las economías familiares, animando a las familias a dar a conocer sus negocios para publicitarlos en las redes sociales y, así, que otras familias pudieran conocerlos.
Darnos a conocer
Laura Fernández, quien, junto a una amiga, abrió hace dos años y medio su negocio de artículos para bebés Don Bebito Grillo, se ha unido a la iniciativa. “Nosotras tenemos otros trabajos, pero siempre tuvimos la ilusión de montar algo enfocado a los bebés”, explica. Por el momento, tras la iniciativa, han aumentado sus seguidores en Instagram y algunas familias se han puesto en contacto para hacer un regalo. Sus productos, además, están hechos a mano, desde los textiles hasta los mordedores para los bebés. “Como somos de Getafe, ofrecemos también la entrega en mano para ahorrar los gastos de envío, y además a los que vienen de parte del colegio les hacemos un descuento”, afirma.
Santiago de Blas es otro de los padres beneficiados. De hecho, abrió su negocio, el Estudio de Arte De Blas, el pasado 2 de marzo. Días antes de que se decretase el estado de alarma. “Es un periodo muy complicado”, dice, “ya que haces una inversión y, al ocurrir esto, te quedas desangelado”. Sin embargo, tiene esperanza. “La iniciativa del colegio es muy buena, y estamos esperando a que lleguen clientes”, apunta. “Esta muestra de solidaridad está muy bien, porque no solo se trata de darnos a conocer sino de ayudarnos entre todos, pensar en los demás”, añade.
